Las mujeres que tuvimos la posibilidad de ser madres, no podemos negar que es una experiencia única y maravillosa. Muchas la describen simplemente como lo mejor que les sucedió en toda su vida.
Sin embargo, nadie duda de que la maternidad también es agotadora, un efecto que parece repercutir en la longevidad, al menos a nivel celular ya que está comprobado que, tener hijos envejece las células de las madres hasta 11 años. Además, genera un envejecimiento celular más acelerado que una mujer fumadora y obesa que no es madre.
Los expertos analizaron las muestras de ADN de 2.000 mujeres en edad reproductiva (entre los 20 y los 44 años de edad), y descubrieron que los telómeros (Los telómeros son estructuras celulares localizadas al final de los cromosomas y encargadas de proteger el ADN de la degeneración) de aquellas que habían sido madres eran más cortos que las no habían tenido hijos. Los telómeros son los extremos de los cromosomas. Una analogía común es imaginar que son como las fundas de plástico del extremo de los cordones de los zapatos, que impiden que estos se deshilachen. Los telómeros están formados por repeticiones en tándem de una secuencia de ADN y proteínas asociadas. La disminución del tamaño de los telomeros es una señal de envejecimiento. Concretamente, los telómeros de las mujeres que ya tenían hijos eran 4,2 por ciento más pequeños que el promedio de las madres que no habían dado a luz, lo cual equivale a alrededor de once años a nivel celular.
El problema celular se produce cuando el acortamiento de los telómeros es tal que durante el proceso replicativo estos no puedan preservar el ADN de los cromosomas, produciendo la inconsistencia del material genético.
Estudios científicos demuestran que dicha inconsistencia es la causante, entre otros, del envejecimiento y de la aparición de enfermedades relacionadas con la edad, como son las patologías cardiovasculares, las enfermedades neurodegenerativas, la diabetes y la infertilidad, así como algunos tipos de cáncer y de enfermedades infecciosas.
A mayor número de hijos, aumentaría el envejecimiento. Los científicos hallaron también que las mujeres que tenían cinco o más hijos tenían telómeros más cortos en comparación con las que no tenían hijos, e incluso relativamente más cortos en comparación con las que tenían uno, dos, tres o cuatro hijos.
No se conoce realmente cuál es la causa de estos cambios celulares, pero sin lugar a dudas el estrés podría ser una hipótesis válida, sin mencionar las preocupaciones, el cansancio, la carga de responsabilidades, el exceso de tareas, las noches sin dormir.
La alteración que se produce en las madres a nivel celular es “más sustancial” que los cambios provocados por el tabaquismo y la obesidad.
Puede que la juventud celular pase a ser una de las cosas que envidiemos las madres de nuestras amigas que no tuvieron hijos, pero la realidad es que quienes han pasado por la experiencia de ser mamás, no cambiarían la maternidad por nada del mundo. La felicidad que proporcionan los hijos es superior a cualquier circunstancia.