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¿Sirve hablarle al bebé mientras está en la panza?

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Hablarle al bebé durante el embarazo, mientras está en la panza, tiene varios beneficios y establece un vínculo prenatal muy fuerte con él.

Los bebés aún no nacidos pueden percibir los sonidos, desarrollándose más, a partir del 6to mes, cuando se completa el perfeccionamiento de las estructuras del oído interno. Las vibraciones sonoras llegan al feto a través del líquido amniótico. La música de ritmo alto puede acelerar su ritmo cardíaco. Por el contrario, escuchar melodías relajantes, como una canción infantil o de cuna, cantada por la propia futura mamá o por el futuro papá, tiene el poder de ralentizar la frecuencia del ritmo cardíaco. 

Hablarle, es una linda manera de ir transmitiéndole amor y atención antes de que nazca. Se pueden utilizar varias formas para comunicarse con el bebé: a través del canto, la respiración o el tacto. Una de las técnicas más utilizadas para hablar con tu bebé en el embarazo consiste en la visualización positiva y se basa en el uso de imágenes mentales. La futura mamá debe encontrarse en un estado de profunda relajación y empezar a visualizar a su hijo e imaginarlo en situaciones positivas.  

Cómo comunicarse con el bebé en la panza:

• Aisláte en un lugar tranquilo y sentáte en el piso con las piernas cruzadas.
• Chequear que la columna vertebral se encuentre en forma erguida, recta y relajada.
• Realizar algunas respiraciones dejando que, durante la espiración, el pecho caiga sobre el abdomen.
• Repetir la respiración de forma pausada. La inspiración debe ser profunda y la espiración calmada y relajada.
• Sentir cada parte del cuerpo, de forma agradable y tranquila.
• Imaginar un rayo de luz que se mueve dentro de una y visualizar al bebé : sus brazos, las manos, los dedos, las piernitas.
• Imaginar una luz como si se tratara de un nido envuelve el bebé. La luz es el amor que le envías.
• Aguardar la respuesta del bebé y sentí cómo también su amor viene hacia una misma.
• Respirar profundamente y, cuando te estés lista, abrir los ojos y retomar, lentamente, el contacto con el entorno.