El cuello uterino, que durante el embarazo es largo y permanece cerrado, se abre totalmente el día del parto. Pero, a veces, el cuello del útero se “acorta” antes de tiempo, obligando a la futura madre a dejar de trabajar y guardar reposo.
El cuello del útero o cérvix es un músculo de unos 3 centímetros de longitud que une la parte inferior del útero con la vagina. Es como un tubito con dos orificios: el orificio interno, que está del lado del bebé, y el orificio externo, situado en el lado de la vagina. Al inicio del embarazo, el cuello es “largo” y está “cerrado”, al contrario que en el momento del parto, cuando se dilata (se abre) y se borra (se hace más corto).
Por efecto de las contracciones, a veces el cuello del útero se “acorta” y empieza a abrirse. Esto puede ser más o menos preocupante según lo avanzado que esté el embarazo.
- En el 2.º trimestre: es el caso más inquietante. Es posible que la futura madre sea hospitalizada para que el embarazo pueda proseguir. Un tratamiento mediante perfusión permitirá ralentizar las contracciones y, si se teme un parto prematuro, se le administrarán corticoides para facilitar la maduración de los pulmones del bebé, evitando así el síndrome de dificultad respiratoria en caso de nacimiento precoz.
- En la segunda parte del 3.er trimestre: si el cuello se ha acortado demasiado, pasando de 3 cm a 1 cm por ejemplo, la gestante debe dejar de trabajar y pasar el tramo final del embarazo echada en la cama. Y es que la actividad y la posición erguida favorecen la apertura y aumentan las contracciones. Si el tacto vaginal no basta para determinar la apertura exacta del cuello y los riesgos que se derivan de ello (como el parto prematuro), puede que el médico decida realizar una ecografía transvaginal con la ayuda de una sonda.
- El día del parto: durante el trabajo de parto, las contracciones hacen que el cuello se acorte y se abra de forma natural, dilatándose hasta 10 centímetros, para permitir el paso del bebé. Para saber cuánto ha dilatado la parturienta, la comadrona mide el cuello con los dedos. Sabe que un dedo equivale a 1 centímetro, dos dedos, a 3 centímetros, etc. Los 10 centímetros corresponden a dos dedos muy separados. El cuello también puede empezar a dilatarse unos días antes de que empiece el trabajo de parto. Esto no es nada preocupante: es simplemente que el cuerpo se prepara para el gran día.
El cuello no solo se dilata en el embarazo
Durante un ciclo menstrual natural, el cuello del útero se modifica muy ligeramente (apenas 5 milímetros) durante la ovulación. Se debe al efecto de los estrógenos, para que los espermatozoides puedan “remontar” por el útero y permitir así la fecundación. Al día siguiente de la ovulación, el cuello se cierra si se inicia un embarazo. Si se toman anticonceptivos, el cuello permanece cerrado durante todo el ciclo.