Los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de que el niño padezca sepsis son: Parto prematuro, presencia de estreptococos del grupo B durante el embarazo, infección del líquido amniótico y/o de la placenta.
La infección neonatal de aparición tardía se produce después del parto, ya sea porque el bebé ha debido permanecer en el hospital por un largo período de tiempo o porque ha tenido colocado un catéter durante un largo período.
Síntomas
Piel y parte blanca de los ojos de color amarillo (ictericia).
Movimientos reducidos, incluso la succión a la hora de comer.
Convulsiones.
Problemas para respirar.
Frecuencia cardíaca lenta.
Diarrea y vómitos.
Glucemia baja.
Aumento de la temperatura.
Prevención
1. Tratamiento antibiótico para la mujer embarazada
Si la futura madre padece afecciones como la corioamnionitis (una infección del líquido amniótico y la placenta) o estreptococos del grupo B, o si ha dado a luz en el pasado a un bebé que ha padecido sepsis, la madre debe ser medicada para evitar la infección neonatal de aparición temprana. En el caso de que la embarazada padezca cualquier tipo de infección, incluso el virus del herpes simple, es necesario recurrir a un tratamiento. De hecho, los médicos intentarán prevenir que la mujer se contagie o desarrolle cualquier clase de infección.
2. Asepsia en el lugar de nacimiento
La limpieza del lugar de nacimiento del bebé es esencial para evitar que las bacterias puedan acceder al cuerpo del recién nacido. Los bebés son muy vulnerables durante los primeros meses de vida.
3. Evitar el retraso del nacimiento tras la rotura de bolsa
Cuando la mujer rompe bolsa, el parto debe ser inmediato. Debe suceder dentro de las 12 -24 horas subsiguientes para evitar la contaminación.
Tratamiento
El análisis de sangre, por lo general, incluirá un análisis de la proteína C reactiva, el conteo de glóbulos blancos y un hemocultivo.
Es posible que el doctor desee examinar el líquido cefalorraquídeo, para determinar la presencia o no de bacterias. En ese caso, se suele llevar a cabo una punción lumbar.
Además, se pueden realizar cultivos de heces, orina y piel.
En caso de problemas respiratorios, se suele aconsejar una radiografía de tórax.
El tratamiento para los lactantes menores de un mes que padecen fiebre o cualquier otro signo de infección incluye la administración de antibióticos intravenosos de manera inmediata, antes aún de tener un diagnóstico confirmado.
Si la madre ha padecido alguna de las infecciones mencionadas anteriormente, el bebé recibirá tratamiento aún cuando no presente síntomas. En caso de que la infección haya sido causada por VHS, la medicina antiviral más utilizada es aciclovir.