Los sangrados que se presentan a lo largo del ciclo menstrual (sin contar con la menstruación), ocurren por los numerosos cambios hormonales por los que pasa una mujer en su edad fértil (entre los 12 y 45 años aprox). Muchas veces, se piensa que existe algún problema pero sólo en ocasiones los casos pueden ser sintoma de alguna enfermedad..
Las hormonas implicadas en regular el ciclo menstrual de las mujeres son la progesterona y los estrógenos por lo que ambas son las culpables de esas subidas y bajadas que ayudan a producir la ovulación y la llegada de la regla. Cuando la ovulación no ocurre durante un ciclo menstrual –anovulación- se producen esos sangrados ya que las hormonas implicadas no han provocado la ovulación y será muy común que se presenten dichos sangrados.
Los síntomas más claros de un sangrado uterino disfuncional son: Períodos más cortos (menos de 28 días) o incluso más largos (de más de 35 días), Sangrados o hemorragias entre períodos, la menstruación aparece con un intervalo de tiempo diferente cada mes, sangrados muy abundantes,cansancio y agotamiento, sequedad en la vagina.
Cuando una mujer presenta dichos síntomas, el ginecólogo valorará el estado general y recomendará el tratamiento adecuado como pueden ser las píldoras anticonceptivas o el DIU para mujer con edad más avanzada. Normalmente, en las mujeres más jóvenes estos síntomas no se tratan a no ser que los síntomas sean más graves y conlleven otras complicaciones.