El punto de partida del ciclo menstrual es la salida del óvulo del ovario, un fenómeno que tiene lugar, habitualmente, catorce días después de ocurrida la menstruación.
Se considera que la menstruación es una consecuencia de la ovulación, y este proceso solo se ve interrumpido si la mujer queda embarazada durante ese ciclo. La ausencia de ovulación se denomina anovulación y constituye una causa frecuente de esterilidad. En los casos severos, la mujer deja de menstruar (amenorrea). Cuando la anovulación es leve, las menstruaciones pueden incluso ser regulares, por lo que la presencia de sangrado vaginal no asegura que haya ovulación. La ausencia de ovulación puede obedecer a la falta de estímulo por parte del hipotálamo o de la hipófisis sobre el ovario; o a una falla en este órgano, que le impide responder a las hormonas.
La falta de estímulo del ovario por parte del hipotálamo o de la hipófisis puede ser producida por diversos factores tales como:
- el estrés
- el ejercicio físico extremo
- los trastornos alimentarios
- la interferencia de otras hormonas
- menopausia precoz o falla ovárica prematura
- enfermedad poliquística del ovario
Estrés
La falta de ovulación por estrés es muy común cuando el sistema reproductivo todavía se encuentra inmaduro, tal como ocurre en la adolescencia. Por eso, en esta etapa de la vida es tan frecuente que las menstruaciones se alteren ante situaciones como exámenes, problemas afectivos o viajes.
Ejercicio físico extremo
La actividad física excesiva provoca amenorrea porque no permite que se forme el porcentaje mínimo de tejido graso en el cuerpo, necesario para que se produzca la ovulación. Si al trabajo físico excesivo que desarrollan las deportistas o las bailarinas, por ejemplo, se le suma el estrés que generan estas actividades cuando son realizadas en forma profesional, es muy probable que presenten alteraciones en sus ciclos menstruales.
Trastornos alimentarios
En la desnutrición severa, provocada por falta de nutrientes o por trastornos alimenticios como en la anorexia nerviosa, la anovulación y luego la amenorrea ocurren porque el porcentaje de grasa corporal desciende por debajo de los niveles mínimos indispensables para el mantenimiento de los ciclos ovulatorios normales. En la bulimia, por el contrario, la mujer conserva los ciclos menstruales porque, pese a la perturbación alimentaria, mantiene un peso considerado dentro de lo normal. En la obesidad, la función ovárica suele estar preservada, inclusive en mujeres con gran sobrepeso.
La interferencia de otras hormonas
La secreción de gonadotrofinas por parte de la hipófisis puede verse modificada por la interferencia de la prolactina. Esta hormona fabricada por la hipófisis tiene, como principal función, estimular la secreción de leche de las mamas después del parto. La prolactina interfiere con la producción de gonadotrofinas y, por ese motivo, una mujer que amamanta suele estar en amenorrea. La prolactina también puede aumentar (hiperprolactinemia) fuera del embarazo y de la lactancia e interferir con la secreción de gonadotrofinas. Esto conduce a trastornos en la ovulación que, según la severidad, pueden llevar a la amenorrea.
En los casos más severos, la amenorrea puede estar acompañada por la secreción de leche por los pezones (galactorrea). La hiperprolactinemia puede ser consecuencia de tumores benignos de la hipófisis, del estrés, del mal funcionamiento de la glándula tiroides, y de la ingesta de medicamentos, como los utilizados para ciertos problemas digestivos -úlceras o náuseas- o de ciertas drogas para controlar la jaqueca. Alrededor de los 50 años, el organismo femenino deja de producir óvulos y de menstruar, lo que se conoce como menopausia.
Cuando ocurre antes de los 40 años se denomina menopausia precoz o falla ovárica prematura, y puede obedecer a distintos motivos, tales como la extirpación de los ovarios, la destrucción del tejido ovárico por radiaciones y/o quimioterapia, o bien, a trastornos cromosómicos o enfermedades inmunológicas. Muchas veces, la causa de la menopausia precoz es desconocida.
Menopausia precoz o falla ovárica prematura
Alrededor de los 50 años, el organismo femenino deja de producir óvulos y de menstruar, lo que se conoce como menopausia. Cuando ocurre antes de los 40 años se denomina menopausia precoz o falla ovárica prematura, y puede obedecer a distintos motivos, tales como la extirpación de los ovarios, la destrucción del tejido ovárico por radiaciones y/o quimioterapia, o bien, a trastornos cromosómicos o enfermedades inmunológicas. Muchas veces, la causa de la menopausia precoz es desconocida.
Enfermedad poliquística del ovario
La poliquistosis ovárica, también llamada enfermedad poliquística del ovario, es uno de los factores frecuentes de anovulación. En esta afección, el ovario presenta numerosos folículos y produce mayor cantidad de hormonas masculinas (andrógenos), lo que desemboca en la anovulación. Esto origina menstruaciones irregulares -o ausentes-, mientras que por el exceso de andrógenos suele aparecer exceso de vello (hirsutismo). Las mujeres con poliquistosis ovárica tienden a ser obesas y, en ocasiones, presentan una mayor predisposición al desarrollo de diabetes y problemas cardiovasculares. La etiología de esta enfermedad es desconocida, pero puede obedecer directamente a un problema del ovario, o ser consecuencia de una alteración en el hipotálamo. El mal funcionamiento de la glándula tiroides también llega a afectar la calidad de la ovulación, especialmente cuando existe una baja producción de hormona tiroides (hipotiroidismo).