Sabemos que un embarazo ectópico se produce cuando un óvulo fertilizado se implanta fuera del útero. Es un problema grave, que requiere un tratamiento inmediato, porque presenta grandes riesgos para la embarazada. Siempre termina con la pérdida del embarazo. Suele producirse en aprox. 2 de cada 100 embarazos. Sin embargo, se convirtieron en un hecho más frecuente en los últimos 30 años. Los especialistas creen que esto se debe a un aumento en las infecciones de transmisión sexual que pueden dejar cicatrices en las trompas de Falopio y a los tratamientos por infertilidad. En pocas palabras,
Los embarazos normales se desarrollan en el útero de la mujer. “Ectópico” significa fuera de lugar. En un embarazo ectópico, un óvulo fertilizado se aloja en un lugar incorrecto del cuerpo de la mujer. En la mayoría de los embarazos ectópicos, el óvulo se aloja en las trompas de Falopio. Ése es el motivo por el que los embarazos ectópicos a menudo se denominan “embarazos tubáricos”. En muy pocas ocasiones, los embarazos ectópicos se pueden ubicar en otras parte del cuerpo, como el cuello del útero, ovario o en otro lugar del abdomen de una mujer. Puede poner en riesgo la vida de una mujer. Es la causa principal de muertes relacionadas con el embarazo durante el primer trimestre en los Estados Unidos. Un embrión en crecimiento puede romper o reventar una trompa de Falopio. Esto puede causar hemorragia e infección internas. La buena noticia es que hay tratamientos eficaces para este problema.
Generalmente, el embarazo ectópico no presenta síntomas distintos a los comunes que presentan las mujeres en el comienzo del embarazo. En estos casos el diagnóstico es casual, cuando se efectúa un estudio ecográfico. Distinto es el caso en que la mujer, a pesar del atraso menstrual y de los síntomas que suelen acompañar al embarazo (náuseas y/o vómitos especialmente matutinos, desgano, inapetencia, etc), no realiza una consulta médica, y en determinado momento, el embarazo ectópico se complica, generando un cuadro de abdomen agudo, con escasa o variable pérdida sanguínea externa, pero intensa hemorragia interna, con serio riesgo de vida. Existen mujeres que tienen distintos grados de riesgo: suele ser mayor en aquellas que se realizaron cirugías correctoras de trompas, por esterilización tubaria o que han tenido un embarazo ectópico previo, con el uso de dispositivos in uterinos, o alteraciones anatómicas de las trompas. Otro grupo algo más moderado lo constituyen aquellas que presentan infertilidad, que han padecido infecciones previas genitales y finalmente las que han padecido de intervenciones quirúrgicas pelvianas o abdominales previas, fumadoras,o relaciones sexuales precoces.
Las mujeres tienen más riesgo de tener un embarazo ectópico en los siguientes casos:
Los tratamientos para el embarazo extrauterino pueden ser de dos tipos: quirúrgicos o farmacológicos. Depende de la claridad del diagnóstico, del tamaño del embrión y de las técnicas disponibles. Sin embargo, a pesar de los progresos, al menos por ahora, aún no se ha conseguido recolocar el óvulo en el útero. Así que el objetivo de los tratamientos es interrumpir el embarazo extrauterino.
El tratamiento farmacológico
Interrumpe el embarazo y permite reabsorber el tejido que provoca la erosión de las paredes de la trompa. El tratamiento farmacológico presenta numerosas ventajas respecto a la intervención quirúrgica: actúa a tiempo y es indoloro. Sin embargo, cuando la medicación no es la mejor opción para tratar el embarazo ectópico, el tratamiento más adecuado es la cirugía. Los fármacos están contraindicados cuando el embarazo ectópico está demasiado avanzado, cuando existen dolores intensos o hemorragias internas, cuando la mamá está en el período de lactancia o cuando tiene determinadas enfermedades que hacen que la medicación no sea una buena opción.
El tratamiento quirúrgico
Si se presenta un cuadro clínico estable y el embrión es lo suficiente pequeño, puede extraerse a través de una intervención quirúrgica que consiste en la incisión de la trompa, extrayendo el óvulo fecundado del interior, mediante laparoscopia. Este método conserva intacta la trompa. Sin embargo, si la trompa ha sufrido mucho daño o se tienen hemorragias intensas, puede ser necesario extirparla.
Después de un embarazo de estas características, ¿se puede tener otro embarazo normal?
Se puede, aunque es más difícil. Pero son innumerables los casos en que mujeres que padecieron un embarazo ectópico posteriormente cursaron uno o más embarazos normales. Depende del tratamiento que tuvo la embarazada y del estado de sus trompas de Falopio. Si se le extrajo una de las trompas o ambas tienen cicatrices, puede ser más difícil quedar embarazada. Sin embargo, muchas mujeres pueden tener embarazos normales después de un embarazo ectópico. Entre cinco y ocho de cada 10 mujeres pueden lograrlo. No obstante, una de cada 10 mujeres que tienen un embarazo ectópico tendrá otro.
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