Existen al menos 5 causas bastante comunes que inciden en el rompimiento del matrimonio luego del nacimiento del bebé. Estas son la depresión postparto, los problemas económicos, los celos por parte del padre, la mengua en el contacto sexual y los problemas de comunicación.
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La depresión posparto
Es una condición psicológica que afecta a un número considerable de mujeres después de dar a luz;puede llegar a durar desde tres meses hasta un año. Los síntomas más destacados de este trastorno son alteraciones del sueño y el apetito, decaimiento, pérdida del interés por todo —incluida la pareja y, en casos extremos, el bebé—, baja autoestima y disminución de algunas funciones psíquicas. Al leer esta breve descripción, de inmediato se hace evidente lo difícil que puede ser la convivencia durante las semanas o los meses que la mujer padezca esta condición. Si una persona se encuentra con un estado de ánimo negativo, difícilmente se podrán compartir momentos amenos. Entonces, pueden surgir muchos motivos para discutir. Por eso se torna tan importante identificar de forma temprana la aparición de estos síntomas y buscar la ayuda de especialistas psicológicos y clínicos.
- Problemas de comunicación
Los problemas de comunicación pueden presentarse cuando empiezan a aparecer uno o más de los ítems anteriormente descritos. Entonces, en vez de tratar de conversar sobre lo que sienten al respecto y buscar una solución, la pareja va acumulando inconformidades y rencores. Con las atenciones al bebé, y sobre todo en los primeros meses, los padres llegan a estar tan agotados física y mentalmente que luego solo desean descansar. Por esa razón, no sienten la fuerza de enfrentar una conversación que demande de ellos atención y energía. La clave para sobrellevar las adversidades y diferencias en un matrimonio radica en la comunicación constante. Asimismo, solicitar ayuda por parte de especialistas y guías matrimoniales en el momento que sea indicado puede brindar resultados positivos y a tiempo.
- Celos por parte del padre
Aunque no parece algo racional, la verdad es que muchos padres resienten que la atención de su esposa recae todo el tiempo en el bebé; así, ellos pasan a un segundo plano o llegan a ser completamente ignorados. Esto llega a ser tan delicado que el hombre puede tomar una actitud a su vez desinteresada hacia el bebé. De este modo, se crea un circulo tóxico en el que la madre verá con malos ojos el desempeño paternal de su esposo.
- Falta de contacto sexual
La falta de deseo sexual es uno de los factores que, junto a la depresión posparto, inciden en la separación de las parejas. Lo más paradójico es que, en realidad, la depresión posparto afecta el deseo sexual de la mujer debido a factores psicológicos y hormonales. Este aspecto debe manejarse con mucho cuidado por parte de la pareja; se debe llegar a un punto medio y a cierta compresión de ambas partes. El diálogo, en todo caso, será esencial para que ambos se entiendan y solucionen el problema.
- Los problemas económicos
Tener un bebé sin duda es costoso. Sin importar qué tanto hayas ahorrado, la economía del hogar deberá ajustarse para atender las necesidades del nuevo integrante de la familia.Esto se verá reflejado de inmediato en la disminución de pequeños lujos o placeres que la pareja solía darse, como salir a cenar con regularidad o irse de vacaciones.