El líquido amniótico es la acumulación del fluido que se encarga de rodear al bebé durante su gestación y de brindarle todos las proteínas necesarias para su desarrollo. Pero en el caso de presentarse de forma exagerada o abundante (polihidramnios) y fuera del estándar, puede generar problemas para la futura mamá y para el feto en crecimiento.
Aunque en ocasiones los especialistas no logren identificar por qué ocurre este estado en algunas madres embarazadas, según sus investigaciones hay ciertas condiciones que generan un mayor riesgo de sufrir polihidramnios. Entre ellas están las siguientes:
- Gestación múltiple. Puede ocasionar que un bebé tenga más líquido amniótico que el otro.
- Diabetes materna.
- Bebés grandes.
- Problemas neurológicos en el bebé (como la hidrocefalia), puede hacer que tenga dificultad para tragar.
- Que el bebé tenga baja frecuencia cardíaca.
- Malformaciones fetales como: defectos en la médula espinal, cerebro u obstrucciones gastrointestinales y urinarias.
- Labios leporinos en el bebé que le pueden ocasionar problemas para deglutir (tragar).
- Incompatibilidad del grupo sanguíneo entre la madre y el bebé.
Las mujeres que sufren polihidramnios muchas veces no presentan síntomas, sobre todo cuando se encuentran en un estado leve, pero de pasar a un estado grave podrían comenzar a padecer los siguientes:
- Dificultad para respirar
- Dolor abdominal
- Inflamación de la pared abdominal o extremidades inferiores
- Contracciones uterinas
- Vómitos
- Abdomen más brillante o justo, más de lo habitual para el periodo que está pasando.
Es fundamental que realizarse un diagnóstico y tratamiento a tiempo a fin de ayudar a que el embarazo tenga un curso normal. La mejor forma de que una mujer embarazada sepa que tiene polihidramnios es por medio de una medición ecográfica que deberá ser realizada por un especialista. Esto le proporcionará un aproximado de índice de líquido amniótico (ILA), el cual no debería pasar los 25 centímetros durante el tercer trimestre debido a que estaría presentando un exceso del mismo, causando daños.
Después de que le realicen la ecografía completa en busca de malformaciones del feto, el médico debe descartar si la abundancia de su líquido amniótico se debe a causas hereditarias, verificando los antecedentes familiares. También podría hacer pruebas de tolerancia a la glucosa, hemorragias, anemias y pruebas serológicas maternas.
Existen serios factores de riesgo que pueden incrementar los problemas durante el embarazo a causa del polihidramnios, por lo que es importante que la madre asista a todos los controles programados por su médico a partir del momento de su gestación. Estos son los siguientes:
- Hemorragia posparto. Este caso se produce por medio de un sangrado de gravedad después del parto.
- Muerte del bebé. El polihidramnios puede provocar la muerte del bebé después de las 20 semanas de embarazo.
- Parto prematuro. Ocurre cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de embarazo.
- Desprendimiento de la placenta. Este desprendimiento se considera grave, debido a que el bebé deja de recibir oxígeno y nutrientes proporcionados por la matriz, lo que trae como consecuencia un sangrado peligroso.
- Mala posición del feto. Lo normal es que el feto se coloque boca abajo y con vista hacia la espalda de la madre, pero en casos de polihidramnios suele afectar esta posición, teniendo que tomar la cesárea como una opción más segura para su nacimiento.
Tratamiento
Si se trata de polihidramnios de carácter leve no es necesario un tratamiento, pero una vez que el médico indique a la madre un caso severo, es vital que se actúe a tiempo. Dentro de los tratamientos más efectivos se encuentran: la reducción del líquido amniótico de manera manual, algún medicamento para hacer que el bebé orine en menor cantidad o, en caso de acercarse a los días, adelantar el parto. Igualmente, es recomendable que la vigilancia prenatal comience a las 32 semanas a través de una prueba completa en la cual la futura mamá debe mantenerse calmada para lograr obtener resultados precisos libre de alteraciones. En caso de tener diabetes, es importante cuidar los niveles de azúcar a fin de evitar la muerte fetal.
Evitar los casos de polihidramnios es un acto imposible, debido a que aparece sin previo aviso, ya sea por alguna anomalía, causas familiares e incluso sin motivo. Por eso, es importante que las futuras madres cuiden cada fase de su embarazo para que logren reducir los riesgos que pueda provocar esta condición al bebé y a su estado de salud en general. Tener hábitos saludables, lejos de la nicotina y con una buena alimentación ayudará a que la madre se mantenga en un peso deseado reduciendo el riesgo de diabetes y aportándole vitaminas importantes para el correcto desarrollo del feto.