El tabaquismo causa 29 tipos de enfermedades distintas, 10 de las cuales son diferentes tipos de cáncer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) unas 250 millones de mujeres en todo el mundo son fumadoras diarias.
Los efectos del tabaco en las mujeres pueden ser :
Enfermedades cardiovasculares, entre las que se incluyen, arritmias, taquicardias, hipertensión arterial, trombosis, embolias, angina o infarto de miocardio (si la mujer toma la píldora anticonceptiva la probabilidad de infarto se multiplica por 10), cáncer (de laringe, de boca y faringe, de riñón, de pulmón, de cuello de útero), aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis. La probabilidad de infertilidad se multiplica por dos. Las mujeres que fuman reducen un 10-40% las posibilidades de concebir en cada ciclo menstrual. Además, entre las mujeres fumadoras, la menopausia se adelanta una media de entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado.
Durante el embarazo, los efectos del tabaco incluyen: Mayor riesgo de aborto espontáneo (25%) hasta las 24 semanas, mayor riesgo de embarazo ectópico (30-50%), mayor riesgo (200-300%) de rotura de membranas antes de tiempo (antes de 37 semanas), mayor riesgo de tener un bebé prematuro (150-200%), la probabilidad de tener un bebé de bajo peso se multiplica por 3, mayor riesgo de malformaciones fetales: 30% aumento de riesgo de labio leporino y paladar hendido; 30% aumento de riesgo de nacer sin piernas/brazos o con uno de ellos más corto, mayor riesgo de muerte fetal (40%) y de muerte durante el primer mes, problemas con la placenta: mayor riesgo de desprendimiento de placenta (140-240%); mayor riesgo de placenta previa (150-300%). El riesgo aumenta con el número de cigarrillos que se fuman.
Estos problemas pueden ser evitados si la mujer deja de fumar antes del embarazo. Entonces el riesgo de padecer cualquiera de estos problemas será el mismo de una mujer no fumadora.
Durante la lactancia, los riesgos continúan:
Si la madre o el padre fuma hay más riesgo de muerte súbita en el lactante (700%).
La nicotina pasa a la leche materna y afecta la producción de prolactina (hormona implicada en la producción de la leche) y, por tanto, reduce la producción de leche. Las mujeres fumadoras tienen menos leche. También (en la leche materna y el humo del tabaco) causa cólico en el recién nacido y unna una subida de adrenalina, la cual interfiere en la producción de oxitocina y, por tanto, interfiere con el reflejo de la bajada de la leche.
La leche es también de peor calidad y su sabor cambia 30-60 minutos después de fumar. Esto puede causar que el bebé rechace la leche.
Se ha demostrado que las madres fumadoras dan el pecho menos veces y durante menos meses que las no fumadoras.
Los bebés cuyas madres o padres fuman son fumadores pasivos y tienen mayor riesgo de: neumonía, asma, infecciones de oído, bronquitis y cáncer de pulmón más adelante (no necesariamente en la niñez).
Si se puede dejar de fumar en el embarazo es importante no recaer después de que nazca el bebé. Se ha demostrado que si usas Tratamiento Sustitutivo con Nicotina (TSN) el bebé recibirá menos nicotina que si fumas. El tabaco produce niveles de nicotina en la sangre de 44 ng/ml mientras que si usas parches, estos producen alrededor de 17 ng/ml. Además, el bebé no estará expuesto al humo del tabaco. En caso que no se pueda dejar de fumar hay que reducir el número de cigarrillos diarios, no fumar dentro de la casa y, como el humo se queda en la ropa, usar un abrigo o algo que se pueda quitar después para que el bebé no inhale el humo de la ropa. Conviene fumar inmediatamente después de una toma para reducir la cantidad de nicotina que recibe el bebé (después de 95 minutos la mitad de la cantidad de nicotina en la leche materna se habrá eliminado).
El humo del tabaco contiene unos 4.000 componentes tóxicos, entre los que se encuentran:
Alquitrán, se usa para hacer carreteras. Es el responsable de los distintos tipos de cáncer.
Monóxido de carbono, que también producen los coches. Es el que favorece las enfermedades cardiovasculares.
Nicotina, insecticida. Es la que causa la dependencia del tabaco. También puede causar arritmias y aumento de la frecuencia cardíaca. Tiene una vida media de 2 horas.
Butano, se usa como combustible (para cocinar, calefacción, etc).
Acetona, se usa para quitar el esmalte de uñas.
Irritantes, fenoles, amoníaco (producto de limpieza), ácido cianhídrico. Son responsables de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
Arsénico, matarratas.
Metanol, combustible para cohetes.
Formaldehído, se usa, entre otras cosas, para preservar a muertos.
Polonio 210, es un gas radiactivo.
Cadmio, se usa en pilas.