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Complicaciones del puerperio

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La mayoría de las veces, las etapas del puerperio o postparto suelen transcurrir con normalidad y no revisten complicación alguna. Sin embargo, otras veces pueden surgir algunos inconvenientes que convienen ser tratados porque si bien en algunos casos sólo se necesita aliviar los sintomas, en otros casis pueden alertarnos sobre graves problemas de salud.

Fiebre : por lo general, después el parto, mucas mujeres pueden tener un aumento de la temperatura, que suele superar los 38ºC y solo dura unas 24 hs. Este aumento, es causado porque el calostro de las primeras horas es reemplazado por la leche. Además, es posible que sienta escalofríos después del esfuerzo realizado durante el parto. Sin embargo, si se presenta fiebre de 38 ºC o más durante más de 24 horas, puede ser un síntoma de un proceso infeccioso, que puede provenir de la episiotomía o de la cicatriz de la cesárea. La fiebre también puede ser producida por alguna infección en las mamas, o en el útero.

Las infecciones más comunes suelen ser :

  • Endometritis: es la inflamación del endometrio y es más frecuente cuando se practica una cesárea.
  • Mastitis: es la infección de las mamas y suele aparecer de dos a tres semanas después del parto.
  • Tromboflebitis:  inflamación de una vena a consecuencia de una trombosis.
  • Cistitis: infección o inflamación de la vejiga causada por bacterias.
  • Pielonefritis: como consecuencia de una infección renal.

Sangrado: las hemorragias se dan cuando hay una pérdida excesiva de sangre que suele suceder por lo general, en el puerperio inmediato (entre las 24 hs. después del parto y una semana después). Aunque también puede aparecer en el puerperio tardío (dentro de las 6 semanas después del nacimiento del bebé). Cuando la hemorragia aparece en las primeras 24 horas, el pronóstico es peor y de hecho, es ua de las mayores causas de mortalidad materna, junto con las infecciones. Pueden estar causadas porque el útero no se contrae (atonía uterina), debido a la retención de restos placentarios, por endometritis, desgarro del cuello del útero, o miomas submucosos.

Dolor en la parte baja del abdomen: sentir dolor en la parte baja del vientre es normal, ya que el útero se está contrayendo y volviendo a su tamaño y posición natural. Sin embargo, cuando este dolor es intenso y se mantiene por más de 5 días después de haber dado a luz, es de suma importancia consultar con el ginecólogo u obstetra : puede ser una señal de endometritis o de que la placenta no se haya expulsado totalmente.

Dolor de mamas: la hinchazón y endurecimiento de las mamas, junto con fiebre, cansancio y malestar, pueden ser síntomas de mastitis o alguna obstrucción en los conductos lactíferos. Los masajes suaves y las comprensas de agua caliente ayudarán a aliviar el dolor pero sí o sí es necesario contactarse con el médico para determinar cuál es exactamente el problema y así tratarlo a la mayor brevedad.

Dolor en las pantorrillas, muslos y pecho, fiebre y falta de aire al respirar: se debe consultar de inmediato con el médico porque pueden ser signos de una tromboflebitis.

Ardor al orinar junto con un color muy oscuro de la orina, pueden ser una señal de infección urinaria. Por ello, si se presentan estos síntomas se debe consultar con un médico para que recete antibióticos y seguir el tratamiento adecuado.

Trastornos del sueño y cambios de humor: son totalmente normales durante las primeras semanas y cuando se presentan de forma leve. Si se alargan en el tiempo (más de 15 días), son intensos e interfieren con el desarrollo normal de la vida en común con el bebé, se debe consultar con el médico. Muchas mujeres sufren depresión postparto y ésta debe ser tratada para evitar que se complique, que afecte seriamente la calidad de vida de la reciente mamá y para que tampoco interfiera en el cuidado del bebé. La mujer puede presentar llanto incontrolado, tristeza, apatía o aislamiento social, entre otros síntomas.