Es indiscutible que la forma que tenemos de educar a nuestros hijos es un factor muy influyente en su salud. El problema es que cuando hablamos de salud, a todos nos vienen a la cabeza únicamente ideas de alimentación sana, hacer ejercicio regular, ausencia de enfermedad…etc. Pero, pocas veces nos paramos a pensar en lo importante que es la salud mental de nuestros hijos (también la nuestra) y en que son muchos los factores que pueden influir en ella.
Una de ellas es el estilo educativo que elijamos o que seamos capaces de llevar a la práctica, puesto que problemas tan comunes como la ansiedad, la depresión, la baja autoestima… demasiadas veces tienen su germen en la infancia.
De todos es sabida la importancia de la educación emocional, que no es otra cosa que saber gestionar las emociones propias y reconocer las de los demás y adquirir las habilidades sociales que necesitarán, junto con los conocimientos, para poder lograr una vida plena.
Existen 2 factores fundamentales para hacer prevención en salud mental :
- Reconocer y admitir las emociones
Aquí no nos referimos solo a poner nombre a las emociones como : Amor, celos, asco , vergüenza, enfado, alegría, tristeza, miedo, sorpresa… es importante saberlas reconocer y que los pequeños también sepan ponerles nombre, pero hay que ir más allá. Lo más difícil, especialmente para los padres, es ACEPTARLAS, aceptar un llanto, aceptar una pataleta, aceptar que el peque tiene envidia o miedo de algo que para nosotros no tiene importancia. Y, aquí surgen los primeros problemas, si negamos o restamos importancia a la emoción, le estamos enseñando que no está bien “sentir” esa emoción, y por lo tanto intentarán negarla, o se sentirán mal por sentirla.
Si desde el principio aceptamos que expresen sus emociones, las validamos, les ayudamos a ponerles nombre, y les enseñamos a modularlas, todo CAMBIARÍA.
- Explorar otras formas de comunicación con los chicos
La forma de comunicarnos con nuestros hijos es fundamental , no solo para poder conectar con ellos ,también para darles el ejemplo de formulas asertivas que tanto van a necesitar en la vida. Las van a necesitar tanto para tratar con respeto a sus compañeros, como para no dejarse pisar por personas con “muchas leyes y pocas formas”. Si acostumbramos a los pequeños a escuchar y, a resolver los conflictos mediante la palabra (cuando tengan capacidad verbal suficiente para ello, claro está), a considerar diferentes versiones de un mismo hecho y, y a empatizar con otras personas, les estaremos dando un recurso extremadamente útil para resolver cualquier situación,e incluso para no tolerar aquellas que no se ajusten a estas pautas.
