La mayoría de los bebés balbucean a los siete meses, sin embargo empiezan a soltar sus primeras palabras hasta el año. Por lo que es muy importante encontrar la activación de áreas motores en el cerebro cuando el bebé sólo está escuchando, ya que significa que están tratando de responder oralmente desde que balbucean; sin embargo, todavía no están preparados para hacer los movimientos correctos que produzcan las palabras. Asimismo, los bebés pueden diferenciar los sonidos de otras lenguas hasta los ocho meses de edad, cuando el cerebro empieza a enfocarse sólo en los sonidos que escuchan alrededor.
Aunque todavía es confuso cómo se logra la transición, el estímulo a las áreas motores contribuye a la elaboración de palabras cuando los niños se vuelven más sensibles a su idioma nativo. Situación que se logra a través de las interacciones sociales con sus cuidadores, en especial cuando al principio hablan aún más lento, ya que les toma menos esfuerzo interpretar y predecir los movimientos orales. Al escuchar a los adultos, están ejercitando las áreas motoras de sus cerebros, ayudándolos a que aprendan a articular y realizar enunciados. Es decir, el área de Broca, el cerebelo, regiones corticales relacionadas con la coordinación motriz fina y gruesa, así como el área superior temporal de gyrus.