Durante la lactancia materna, existen situaciones que pueden requerir que la madre realice la extracción de la leche. Para ello, será necesario que la madre cuente con información sobre las diferentes opciones disponibles para realizar la extracción y conservación de la leche materna.
Las situaciones más habituales que pueden requerir esta extracción son las siguientes:
Fuera de una situación concreta, la extracción y conservación de leche materna es innecesaria en una lactancia establecida de manera normal. Es importante lavarse siempre las manos antes de realizar la extracción. La liberación de oxitocina y la eyección de leche mejoran con estímulos externos como el llanto del recién nacido, oler una prenda suya o ver su foto. En algunas ocasiones se necesita una rápida producción de leche, como en los casos en que el recién nacido haya perdido demasiado peso, que la madre desee restablecer la lactancia tras un periodo sin ella, bebés prematuros o ingresados o recién nacidos en huelga de lactancia. En estos casos, se puede usar la llamada ‘técnica de la extracción poderosa’. Desarrollada por la IBCLC Catherine Watson, consiste en hiperestimular el pecho con sacaleches, si puede ser doble, realizado extracciones de 10 minutos de duración cada 45-60 minutos durante 24 horas, con un descanso nocturno no mayor a 4 horas.
Cuando se van obteniendo entre 15-20 ml cada hora, se pueden realizar extracciones de 20 minutos cada dos horas. Cuando se obtienen 40 ml cada dos horas, las extracciones pueden realizarse durante 30 minutos con un total de 6-8 veces en 24 horas. Se considera que la técnica no funciona cuando se han realizado extracciones durante 48 horas de manera correcta y no se han logrado más de 100 ml por día en total.
Para conocer la talla de la copa de los extractores que se debe utilizar, es necesario medir la cara del pezón de extremo a extremo y sumarle 2mm. El pezón no debe rozar con las paredes ni entrar demasiada areola.
La leche materna extraída se puede mantener a temperatura ambiente durante 6-8 horas, en la heladera a 4º C o menos durante 3-5 días y en el congelador durante 2 semanas. Cuando tengamos que utilizar leche materna que teníamos congelada, lo ideal es descongelarla en la heladera, donde podrá permanecer un máximo de 24 horas, o descongelarla a temperatura ambiente y utilizarla antes de 4 horas. Nunca se debe volver a congelar una leche descongelada, por lo tanto, siempre se debe descartar la leche que sobre en una toma. Es importante congelarla de manera rápida tras la extracción y calentarla inmediatamente tras sacarla del freezer, ya que contribuye a que la leche no cambie de sabor.
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