Ayudar a un alumno con problemas de aprendizaje es un reto para muchos profesores. Cada vez son más los jóvenes identificados con problemas o trastornos que son un obstáculo para aprender. Dificultades que se pueden situar en dimensiones muy diferentes, como puede ser la atención sostenida o la interacción social. Así, es conveniente conocer algunas claves que puedan ser de gran ayuda para poder lidiar con este tipo de situaciones.
Para poder abordar cada una de estas claves, tomaremos como referencia la Fundación CADAH que está centrada en brindar información y recomendaciones sobre uno de los problemas de aprendizaje ya mencionados, el TDAH. No obstante, consideramos que las estrategias que dan pueden aplicarse a otras dificultades relacionadas con el aprendizaje. No existen fórmulas mágicas para ayudar a un alumno con problemas de aprendizaje, sin embargo, los profesores pueden tener en cuenta todas o algunas de las estrategias que expondremos a continuación para impulsar y transmitir determinados conocimientos. La paciencia, el cariño y poner en práctica las claves que toma la Fundación CADAH configuran un buen punto de partida.
Lo normal es que, si un profesor no identifica ni sabe las dificultades que se pueden derivar de un trastorno, no pueda ayudar a los alumnos que lo tienen. Por esto, la primera de las claves para poder ayudarlo es informarse sobre el trastorno o problema: origen, consecuencias y estrategias empleadas hasta la fecha que han tenido éxito. Se pueden realizar cursos, asistir a seminarios, buscar en Internet, leer sobre el tema o acudir al departamento de orientación. También, puede ser una buena idea hablar con los padres. Es probable que ellos, mejor que nadie, sepan el problema que tiene su hijo y puedan brindar información de gran importancia.
El miedo a cometer errores suele ser mayor. Esto no es positivo, ya que las equivocaciones son normales y, más, cuando hay dificultades o se navega por terrenos inciertos. Por esa razón, los profesores deben normalizar los errores para poder ayudar a un alumno con problemas de aprendizaje. Así, si le cuesta leer, por ejemplo, solo será una tarea en la que debamos trabajar más para que este sobresfuerzo penalice lo menos posible al alumno -mayor automatización de la tarea, menor gasto-. Para que esto sea efectivo, es conveniente tener muy en cuenta el siguiente punto que exponemos a continuación.
Otra de las estrategias es favorecer la integración para ayudar a un alumno con problemas de aprendizaje. Por esta razón, debe darse prioridad a las actividades grupales donde el alumno pueda participar con sus compañeros en la realización de las tareas asignadas. Esto permitirá que el alumno se sienta muy bien, pero además es importante que se escojan aquellas dinámicas de grupo en las que el profesor sepa que el estudiante puede destacar. Esta decisión será, sin duda, muy necesaria para poder desarrollar el siguiente punto, la autoestima.
Un alumno con problemas de aprendizaje puede tener muchos problemas de autoestima, por eso, no solo es necesario poner en práctica los puntos mencionados, sino implantar ciertos cambios dentro del aula que permitan trabajar la autoestima. Para ello, es conveniente identificar los esfuerzos del alumno y hacerlos visibles, además de intentar adaptar el lenguaje. No sirve de nada intentar reforzara un alumno con expresiones que no entiende. Un ejemplo al alcance de la mayoría puede ser «está genial, esto está muy bien, pero mirá, este punto podés mejorarlo un poco más si lo hacés así».
Uno de los últimos puntos importantes a tener en cuenta es que hay que adaptarse al alumno. Esto quiere decir que, si funciona bien trabajar con un determinado grupo de alumnos, es mejor no hacer cambios en este aspecto. Con todo, también es necesario tener presente aquellas situaciones que le pueden beneficiar. Por ejemplo, si el uso del pizarrón es un recurso que le sirve mucho, intentaremos utilizarla lo máximo posible. Si le cuesta prestar atención, intentaremos que no se siente más cerca y no en el fondo del aula. Medidas que pueden parecer un poco «tontas», pero que muchas veces no se adoptan, cuando su costo es mínimo y pueden marcar una gran diferencia.
Un alumno con problemas de aprendizaje es un reto. Una situación en la que es necesario estar más atentos, realizar ciertas adaptaciones inteligentes y poner a disposición del alumno recursos que puedan facilitar la comprensión del contenido y el aprendizaje del mismo. No obstante, también supone todo un aprendizaje y una excelente forma de salir de la zona de confort y aprender con esta nueva experiencia. Al alumno con problemas de aprendizaje, si se aplican todas las claves anteriores, será más probable que mejore su autoestima, se integre en la clase, haga amigos y sienta que avanza y progresa.
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