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¿Es normal el sangrado durante la primera y/o segunda mitad del embarazo?

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Cualquier tipo de sangrado es aterrador durante el embarazo. Sin embargo, a pesar de que las manchas ocurren en casi un tercio de todos los embarazos, a menudo no representan una amenaza para la madre o el bebé. Es común que un pequeño porcentaje de mujeres embarazadas puedan tener manchas después del coito, por ejemplo, y otros pueden tener hemorragias por razones que no tienen nada que ver con el embarazo, como infecciones o rasgaduras en la pared vaginal. La gran mayoría de las manchas son inofensivas. Igualmente, tampoco hay que relajarse y fiarse, porque sin importar cuán escaso sea, puede ser indicativo de una variedad de complicaciones, incluyendo aborto involuntario, embarazo ectópico, y por tanto no debe ser ignorado.

Diversas razones por las que puede experimentar sangrado durante el embarazo

PRIMERAS 20 SEMANAS DE EMBARAZO

Los médicos estiman que del 25 al 40 % de las mujeres experimentan algún sangrado vaginal durante el primer trimestre de su embarazo, y más a menudo que el embarazo progresará totalmente normal. Según la American Pregnancy Association, hay una serie de posibles causas de manchado o sangrado inocuo en la primera mitad del embarazo, que incluyen:

  • Sangrado de implantación, que ocurre aproximadamente 4 semanas después de su embarazo cuando el óvulo fertilizado se adhiere a su pared uterina.
  • Cambios hormonales.
  • Relación sexual
  • Infecciones
  • Examen interno realizado por su obstetra o Partera

A veces, el sangrado durante la primera mitad de su embarazo puede ser un signo de una afección más grave, sin embargo, como:

  • Hemorragia subcrónica:  es el sangrado alrededor de la placenta. Aunque es posible continuar con un embarazo normal después de este tipo de sangrado se produce, el diagnóstico y el tratamiento oportuno es vital. La mayoría de este tipo de hemorragias se resuelven, pero pone a la mujer en un mayor riesgo de otras complicaciones como el trabajo de parto prematuro.
  • Embarazo químico: ocurre cuando un óvulo es fertilizado pero nunca se implanta por completo en el útero.
  • Aborto espontáneo (ya sea en peligro o inminente): es la pérdida espontánea de un embarazo en las primeras 20 semanas. A menudo, el sangrado o manchado que ocurre durante un aborto involuntario irá acompañado de otros síntomas, como calambres o dolor abdominal.
  • Embarazo ectópico: sucede cuando un óvulo fertilizado se implanta en otro lugar que no sea el útero, con mayor frecuencia en una trompa de Falopio. A veces llamado embarazo tubárico, un embarazo ectópico no puede progresar normalmente y puede ser mortal para la madre si no se diagnostica.
  • Embarazo molar: embarazo no viable caracterizado por un crecimiento anormal en la placenta, y, por lo general, un feto anormal.

SEGUNDA MITAD DEL EMBARAZO

Aunque el riesgo de aborto espontáneo (conocido como muerte fetal después de las primeras 20 semanas) disminuye mucho después del primer trimestre, y muchas de las complicaciones tempranas ya no son un factor (como embarazos ectópicos y molares), el sangrado durante la segunda mitad del embarazo debe tomarse muy en serio, sobre todo si está en curso. Las causas de sangrado en la segunda mitad del embarazo incluyen:

  • Relaciones sexuales
  • Controles cervicales, especialmente a fines del tercer trimestre cuando se hacen más frecuentes
  • Placenta previa, que es cuando la placenta cubre el cuello del útero, ya sea parcial o completamente

El desprendimiento de la placenta, en el cual la placenta se desprende de la pared del útero, puede causar sangrado vaginal severo y pone en peligro la vida tanto de la madre como del bebé. Según la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, un desprendimiento placentario es la causa más común de hemorragia grave durante el final del embarazo. La afección es rara y ocurre solo en alrededor del uno por ciento de todos los embarazos.

Pretérmino la mano de obra, en la que el sangrado vaginal se acompaña de calambres o contracciones, diarrea, presión pélvica o dolor de espalda antes de las 37 semanas, podría tener graves repercusiones para el bebé si no se maneja. Después de las 37 semanas, estos síntomas podrían ser un comienzo normal del trabajo de parto.

En resúmen: no importa cuándo ocurra, cualquier hemorragia durante el embarazo justifica una llamada telefónica al obstetra, aunque solo sea para confirmar que no pasa nada. Hay que estar preparadas para responder preguntas detalladas sobre el color, la cantidad y el momento de la sangre para ayudar mejor al médico a determinar la posible causa.