Los niños que se alimentan con dietas balanceadas comúnmente reciben todas las vitaminas y minerales que sus cuerpos necesitan. Por lo tanto, un suplemento vitamínico y/o mineral no debería ser necesario. Sin embargo, existen muchos chicos que no se alimentan correctamente, que son muy mañosos o selectivos en las comidas y que, pese al esfuerzo de sus padres por inculcarles una buena alimentación, terminan padeciendo algunas carencias de hierro, magnesio, calcio, etc.
Muchas veces, los padres buscan mil maneras para lograr que su hijo se alimente de forma balanceada y que se anime a probar frutas, verduras y diferentes comidas, pero a veces ellos ganan la batalla o bien los consumen pero no de la manera suficiente. Por eso, puede resultar que les termine faltando alguno que otro nutriente.
Una dieta balanceada es aquella que diariamente incluye alimentos de los 6 grupos esenciales: frutas, vegetales, proteínas, granos integrales, lácteos y grasas saludables. Si nuestro pequeño/a es un niño que no consume estos alimentos con regularidad, es posible que no se esté alimentando como debería. Esto no quiere decir que a él o a ella le deba gustar todo desde pequeños, pero sí que consuma algo de cada grupo, y vaya aumentando la variedad conforme crezca. Por ejemplo: un niño de 2 años pueda que sólo coma tomates del grupo de los vegetales pero que ya a los 5 años consuma más variedad como la espinaca, pepino, zanahorias y apio, entre otros.
También, tenemos que considerar que cuando un niño o niña aprenden a comer alimentos saludables y mantienen esa costumbre de por vida, es muy probable que tengan vidas de gran calidad en el aspecto de la salud, que se componen de dietas nutritivas con plena actividad física. Cabe recalcar, que los nutrientes (vitaminas, minerales y otros) provenientes de los alimentos son mejor absorbidos por el cuerpo que cuando se toman de un suplemento.
Un ejemplo de vitamina muy necesaria para los chicos es La vitamina D. La misma es esencial para fortalecer los huesos y evitar fracturas mayores que puedan finalizar en cirugías. Muchos niños de un año o más no están expuestos a la dosis diaria necesaria de 600 UI de vitamina D. Esta puede adquirirse por el contacto con el sol, la ingesta de leche, yoghurt, jugo de naranja, pescado y huevo. También, hay suplementos que vienen en gotas o gomitas y que permiten controlar de modo preciso la cantidad de vitamina D que el niño recibe cada día.
Los suplementos vitamínicos/minerales son generalmente seguros y no causan daño, además que pueden suplementar una dieta no balanceada. Pero siempre hay que tomarlos de acuerdo a las indicaciones de la etiqueta, evitar las sobredosis, comprar aquellos que sean de marcas reconocidas y consultar con el pediatra antes de hacer cualquier compra por nuestra cuenta.
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