Los chicos de 2 años atraviesan una edad algo complicada pero muy linda. Es una etapa de importantes avances ya que, desarrollan sus cinco sentidos, aprenden a esperar su turno, a patear la pelota o hasta a jugar con un amigo imaginario. Debido a la independencia que alcanzan, a esta etapa se le conoce como los “terribles dos años”. A los 24 meses, el pequeño/a hará grandes cambios porque busca la manera de explorarlo todo.
¿Cómo se desarrollan los sentidos a esta edad?
1.Vista
En el momento que el niño cumple esta edad, su vista se ha desarrollado hasta el punto que se da cuenta que hay más detalles que antes. Lo notaremos porque él subirá y bajará las escaleras con mayor facilidad. Una forma de estimular ese sentido es a través de libros ilustrativos y llamativos, llevándolo de paseo al parque o la plaza y dejando que juegue con otros niños. Podemos incentivarlo a que señales los colores, las formas y figuras de cada una de las cosas que entén frente a sus ojos.
Todo padre y/o madre debe de poner especial atención al desarrollo de la visión de su pequeño y acudir al médico cuando:
- Los ojos del niño no se mueven en la misma dirección.
- Tiene dificultad para distinguir objetos y personas.
- Sufre por la sensibilidad a la luz.
- Tiene párpados caídos.
2. Audición
Los niños usan diferentes formas no verbales para la comunicación, pero reconocen todos los sonidos que escuchan. Por ejemplo, la música, sonrisas, canciones infantiles, tonos de voz, entre otros. Es más, a los 18 meses el chiquito/a es capaz de reconocer los nombres de papá, mamá, hermanos, abuelos, tíos, aunque aún no tenga la capacidad de pronunciarlos de forma clara. Debemos preocuparnos en caso de que balbucee y no logre aprender nuevas palabras.
3.Gusto
Este el sentido que más demora en madura. Es posible que los papás noten que a sus niños les gusten pocos alimentos, y eso es normal. Para ayudarlo en ese proceso, hay que dejar que vaya probando pequeños bocados de nuestro plato.
4. Olfato
Desde el nacimiento, el pequeño es capaz de identificar el olor de su madre y de su padre. Usan ese sentido para distinguir qué es seguro y que no. Sin embargo, a medida que crecen, el gusto se hace más importante. Eso sí, las personas usan su olfato para oler algo desconocido antes de probarlo. Hasta los adultos lo hacemos.
5. Tacto
Educar en valores y aplicar disciplina positiva es una de las responsabilidades que tenemos como padres y adultos. En ambas, necesitamos utilizar nuestras caricias, mimos y abrazos para fortalecer la autoestima del chiquito/a.
Algunos beneficios de los abrazos en los niños son:
- Fomenta el vínculo entre padres e hijos.
- Le otorga felicidad, desarrollo físico y emocional.
- Calma la ansiedad.
- Duermen mejor.
- Libera el estrés y fortalece el sistema inmunológico.
- Enseñamos disciplina con amor y sentimientos positivos hacia personas que tienen a su lado.