Hay diversos estudios prenatales que deben empezar a realizarse a partir de la confirmación de un embarazo. En la actualidad, la gran mayoría de estos análisis se han vuelto de rutina. Es muy probable que en la primer visita al obstetra, éste recomiende hacer un análisis completo de sangre y orina y una ecografía transvaginal. Este último estudio no sólo sirve para confirmar el embarazo sino para chequear los latidos del corazón del embrión. Se realiza a partir de la sexta semana de embarazo, siempre contando a partir del primer día de la última menstruación.
Los análisis más comunes incluyen:
a) ECOGRAFIAS:
A lo largo de todo el embarazo se recomiendan 3 ecografías, salvo que exista algún inconveniente (hematomas, placenta previa, etc).
La primer ecografía informa si el embrión se ha implantado correctamente en la matriz y así descartar cualquier embarazo ectópico, permite corroborar el ritmo cardíaco y datar el tiempo de gestación midiendo el embrión desde la coronilla hasta la nalgas. También sirve para detectar si es un embarazo único o múltiple. Esta primer ecografía se lleva a cabo entre la semana 8 y las 12 posterior a la primer falta de menstruación.
La segunda ecografía determina la existencia de vitalidad fetal y se puede ver al feto desde todos los ángulos, descartando cualquier malformación en extremidades, toráxicas o cefálicas, la integridad de la columna vertebral y eliminar que existan problemas renales, cardíacos y genitales. Además, si el bebé lo permite (dependiendo de la posición en que se encuentre), es posible detectar el sexo del bebé. Se recomienda hacer esta ecografía entre las semanas 18 y 20.
La tercer ecografía detecta la ubicación de la placenta, comprueba el crecimiento del feto, chequea que el cordón umbilical no esté rodeando el cuello, mide la cantidad de líquido amniótico, visualiza la posición y presentación del feto al momento del parto (no tiene posibilidad de cambiar de posición luego de estas semanas), calcula el peso aproximado y mide el diámetro biparietal de la cabeza. Esta última medición sirve para chequear que la cabeza del bebé no sea mayor que la pelvis de la madre. Se recomienda realizar esta última ecografía entre las semanas 34 y 36.
b) ECOGRAFIAS 3D y 4D:
En la actualidad podemos ver a nuestro bebé en varias dimensiones agregando relieves y volúmen a las imágenes obtenidas. También permite tener mayor precisión en el estudio. Sirven para diagnosticar con seguridad las lesiones cutáneas y el labio leporino en el feto, la estructura ósea de la cabeza y observar el interior y cada una de las partes del cerebro.
c) NT PLUS 11-14:
Este test consiste en un análisis de sangre y ecografía tradicional. Se evalúa la anatomía embrionaria y se lleva a cabo una medición de su translucencia nucal mediante una ecografía. Asimismo, se basa en la determinación de la hormona placentaria en la sangre materna. Toda esta información sirve para descartar en gran medida el riesgo de que el bebé sufra algún tipo de anormalidad o malformación cromosómica severa, como el Sindrome de Down. Se recomienda realizarla desde la semana 11 hasta la semana 14.
d) AMNIOCENTESIS:
Se trata de un procedimiento por el cual se obtiene una muestra del líquido amniótico insertando una aguja a través del abdomen materno para así poder extraer la muestra del mismo. Luego, se chequean los latidos del feto. También sirve para detectar anomalías de cromosomas y otras enfermedades producidas por un gen anormal, neurológicas, desarrollo pulmonar. Se recomienda realizarlo entre las semanas 15 y 18. Se suele pedir en caso de que existieran antecedentes familiares de anormalidades cromósomicas, si la pareja ya ha tenido un hijo con alguna anormalidad, si la futura mamá tiene más de 35 años (aumenta la posibilidad de anormalidades cromosómicas con la edad de la mujer) o si es portadora de alguna enfermedad genética (por ejemplo, la hemofilia), si ambos padres son portadores de enfermedades como tay-Sachs o glóbulos falciformes.
e) ECOCARDIOGRAFIA:
Es simplemente una ecografía normal pero quien la realiza es un cardiólogo o especialista en a materia. Permite detectar alteraciones cardíacas en el feto. Se recomienda realizarla en la semana 26, si en la ecografía de la semana 20 se ha observado alguna irregularidad.
f) CORDOCENTESIS:
Se trata de un estudio que se lleva a cabo a partir de una muestra fetal obtenida del cordón umbilical, cerca del punto de intersección con la placenta. Para obtener esta muestra es necesario realizar una pequeña punción a través del abdómen de la mamá, guiada por ecografía, hasta llegar al punto exacto del bebé. Se recomienda realizar este estudio en la semana 20 si existe alguna anormalidad después de realizar la ecografía correspondiente a esa semana.
g) TRIPLE SCREENING:
Se realiza un análisis de sangre a la mamá para así medir los niveles de 2 hormonas del embarazo : el estradiol y la gonadotropina. El laboratorio calcula el riesgo que tiene la madre de tener un bebé con problemas en función de su edad, peso y si sufre de diabetes. Se recomienda realizarlo entre las semanas 12 y 16.
h) AFP PLUS o TRIPLE TEST:
Se realiza para identificar aquellos bebés que puedan llegar a tener algún defecto al nacer. El triple test bioquímico en sangre materna se basa en el dosaje de 3 proteínas, algunas fetales y otras placentarias. Los dosajes se vuelcan, junto con otros datos, en un software hecho en base a resultados de millones de embarazos y de ellos surge el resultado del test. Se recomienda efectuarlo entre las semanas 15 y 20.