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Determinada alimentación ayuda a mejorar la fertilidad femenina

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Los problemas de infertilidad son cada vez más frecuentes. Los cambios en el estilo de vida, como el sedentarismo y la alimentación, son factores que influyen directamente en el correcto funcionamiento del sistema reproductor. Otros factores a tener en cuenta son el estrés y el exceso de tóxicos. Si estas intentando quedarte embarazada, debés llevar una dieta saludable rica en determinados nutrientes, y existe cierta clase alimentación a seguir y varios factores a evitar para obtener una mejoría en la fertilidad.

Una de las causas principales del aumento de los problemas de fertilidad de la mujer es el peso, ya sea por exceso como estar por debajo de tu peso saludable. Por eso, es muy importante llevar a cabo una alimentación saludable, tanto para tener un buen equilibrio hormonal como para tener un pesos saludable para concebir. La grasa corporal es necesaria para la producción de hormonas reproductoras, por eso, un exceso de peso puede modificar el ‘eje ovario pituitario hipotalámico’ y sufrir frecuentemente alteraciones en la menstruación. Además, el desorden hormonal y la infertilidad son comunes del síndrome de ovario poliquístico (SOP). Un peso insuficiente también puede causar problemas de infertilidad, pudiendo comprometer el funcionamiento de las hormonas pituitarias (FSH y LH) encargadas de regular el ciclo ovulatorio deteniendo la ovulación y la menstruación, como ocurre en el caso de las mujeres que sufren trastornos de la conducta alimentaria.

Llevar una alimentación rica en fibra, omega 3 y potenciar determinados nutrientes, así como evitar el consumo de azúcar, sal y alcohol es fundamental para la fertilidad.

Ingesta de macronutrientes

  • Hidratos de carbono

El tipo como la cantidad de hidratos de carbono puede condicionar la fertilidad de las mujeres. Se ha observado que el seguimiento de una dieta rica en alimentos con una carga glucémica baja se relaciona con una mejoría de la fertilidad, relacionada con la ovulación a través de una mejoría en la sensibilidad de la insulina en las mujeres.

  • Proteínas

En relación a las proteínas, se ha observado que el remplazo de proteínas de origen animal por vegetal en la dieta favorece la ovulación. En un estudio se observó que el riesgo de infertilidad por anovulación se reducía a más de la mitad en mujeres que seguían dietas en las que el 5 % de la energía total procedía de proteínas de origen vegetal.

  • Grasas

En cuanto a las grasas, siempre se las asocia negativamente pero no es así. Las grasas trans aumentan la resistencia a la insulina, por lo que aumenta el riesgo de presentar alteraciones en la ovulación. Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas parecen tener un efecto beneficioso en la fertilidad.

Rol de las vitaminas y minerales

  • Ácido fólico y vitamina B12

Las vitaminas de grupo B son necesarias para la división celular y para evitar posibles problemas del tubo neuronal del bebé. Debemos aumentar la ingesta mediante levadura de cerveza, verdura de hoja verde (acelgas, espinacas…), legumbres, frutos secos, cereales de desayuno enriquecidos, etc.

  • Vitamina A y carotenos

Esta vitamina y sus precursores son imprescindibles para el correcto funcionamiento de las diversas mucosas del organismo, entre ellas, la mucosa uterina, donde debe implantarse el óvulo fecundado. Por otro lado, también interfieren sobre el ciclo menstrual, en el desarrollo de la placenta. Se encuentran presentes en frutas y hortalizas de colores rojos o anaranjados.

  • Vitamina D

La vitamina D está asociada con el mantenimiento de la reserva ovárica, pues favorece la síntesis de la hormona antimüllerina. En la mujer, su deficiencia está relacionada con la resistencia a la insulina, SOP y miomas uterinos. La principal fuente es el sol y en la alimentación se encuentra en la yema del huevo, lácteos y pescado azul, principalmente.

  • Vitamina E

Es fundamental en la reproducción debido a su función antioxidante. Además, facilita la implantación del óvulo fecundado. Asimismo, es necesaria para el desarrollo y función de la placenta. La encontramos en los aceites vegetales y los frutos secos.

  • Hierro

El hierro favorece la ovulación, interviene en la implantación del óvulo fecundado y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones al inicio del embarazo. Además, es indispensable para el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso del feto. Los alimentos que lo pueden aportar son las carnes, pescados, legumbres, frutos secos, huevo y verduras como espinacas, espárragos…

  • Zinc

Este mineral influye en la ovulación y fertilización y, durante el embarazo, una deficiencia de zinc puede provocar diversas anomalías, como aborto espontáneo. Como antioxidante, puede ayudar al retraso del envejecimiento celular y folicular, que aumentará las posibilidades de embarazo. Nos los encontramos en la carne de cerdo, el arroz integral, el chocolate negro, etc.

Por último, es necesario mencionar que, además de la mujer, es importante que los hombres también cuiden su alimentación para mejorar la fertilidad en ambos.