Cuantas más asociaciones y conexiones pueda hacer un individuo, más creativo será. Esto es lo que se entiende como pensamiento divergente, es decir, la capacidad de pensar una gran variedad de respuestas a una única pregunta, a diferencia de lo que haría un pensador convergente, que sería ofrecer una única respuesta correcta. La música es capaz de activar un gran número de áreas del desarrollo infantil. Ayuda al cuerpo y a la mente a trabajar juntos, fortaleciendo habilidades como la memoria. La relación de la música y la creatividad es una cuestión que sigue suscitando gran interés, y son muchos los expertos los que, a día de hoy, siguen estudiando si la creatividad se trata de una capacidad innata.
El músico y matemático Parag Chordia ha demostrado en sus investigaciones que la música es un elemento clave en el proceso neurológico de la creatividad. Además, Chordia entiende que la creatividad no es algo de unos pocos, sino que está presente en cada uno de nosotros. Por lo tanto, la cuestión es: ¿cómo desbloqueamos esa creatividad?
Cada niño nace con una serie de habilidades y capacidades entre las cuales se incluye el pensamiento creativo. Sin embargo, al igual que cualquier otra habilidad, la creatividad debe entrenarse. Por su parte, el pedagogo musical y también compositor R. Murray Schafer afirma que la música estimula y alienta a los niños a desarrollar su capacidad de análisis y resolución de problemas espontáneos. Es decir, la música ayuda a desarrollar nuestra capacidad de razonar alternativas y de adaptarnos a los problemas. Así pues, la música ejerce una gran influencia y atracción sobre los más pequeños, convirtiéndola en el mejor medio para desarrollar la creatividad y habilidades cognitivas de los niños. La música estimula la imaginación de un niño, componente clave del proceso creativo. De hecho, cuando escuchamos una canción que nos encanta y nos sumergimos en ella, puede cambiar nuestro estado de ánimo, crear imágenes en nuestra mente y dar lugar a nuevas ideas.
Schafer entiende la enseñanza de la música como un medio para descubrir las potencialidades creativas de los alumnos. A partir de esta idea, se plasma la necesidad de abordar el desarrollo de la creatividad infantil, integrando la música en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En la actualidad, los niños están inmersos en un ambiente altamente estimulante, y constantemente están escuchando música a su alrededor. No obstante, es probable que el lugar donde menos interacción tengan con la música sea el centro escolar. Además, la música que escuchan la reciben de forma pasiva, ya sea de la televisión o del resto de dispositivos, o la que escuchan y escogen sus padres. Sabiendo la influencia que ejerce la música en el desarrollo de la creatividad infantil, debemos fomentar desde la infancia una mayor interacción con el mundo de la música en el hogar y el entorno educativo.