Si bien debemos tener en cuenta todas las herramientas de las que disponemos en la actualidad, la forma en la que nos educaron a nosotros influye necesariamente en la manera en la que nosotros estamos educando a nuestros hijos. Como resultado, a los padres actuales se nos presentan algunos retos y responsabilidades a las que debemos hacerle frente. Esta situación esla que muchos hoy denominan como “generación bisagra”.
Nos tratamos a nosotros mismos como un día nos trataron nuestros padres. Nos castigamos de la misma manera que nos castigaban nuestros padres. Además, nos amamos y nos damos ánimo de la misma forma, que lo hacían nuestros propios padres cuando nosotros éramos chicos. “Vos tenés la culpa”, “Sos excelente” “Te quiero mucho”… ¿Cuántas veces decimos estas palabras y/o frases? ¿Quién nos las ha enseñado? Debemos recordar siempre que nuestros padres nos enseñaron lo que sabían y, también aquello que no sabían. Por ejemplo, si ellos no sabían amarse, es imposible que nos enseñarana nosotros a hacerlo, asique por ende, no lo pudimos aprender (al menos no de pequeños/as). Por eso, es importante escuchar a nuestros papás y tener en cuenta cómo fueron cuidados y queridos de pequeños; porque ellos también fueron aprendices de padres que tampoco supieron hacerlo mejor. Así sabremos de dónde vienen nuestros miedos, nuestra rigideces, nuestras frustraciones, nuestros logros y nuestra manera de querernos. Y así vamos yendo, de generación en generación…
De pequeños, nuestros padres nos construyen el sistema de creencias en el cual creemos y con el que crecemos. Cuando somos adultos, vamos creando experiencia que confirman ese sistema a través de lo que pensamos.De ahi la relevancia que tiene el hecho de cuidar nuestros pensamientos y las cosas que nos decimos y que les decimos a los demás, porque así estaremos creando nuestra propia realidad y nuestro futuro.
Sin embargo, no es nuestro pasado, con esas creencias o experiencias, lo realmente importa, sino nuestro presente. ¿Qué decido yo hacer en este momento con lo que me han dicho que fui? Nuestro momento de poder es ahora, porque crearemos nuestro futuro sobre nuestros pensamientos actuales. Y, sobre todo, porque nosotros tenemos la responsabilidad de rellenar el sistema de creencias de nuestro hijo/a sobre el que él o ella creará su realidad presente y su futuro. Por eso, es que terminamos formando parte de la denominada GENERACIÓN BISAGRA, ya que somos la generación que conociendo las circunstancias de nuestros papás y, teniendo a nuestro alcance las nuevas herramientas y teorías actuales que tenemos, debemos mejorar para que nuestros hijos/as crezcan y desarrollen un sistema de creencias mejor que el que nosotros recibimos.
Tanto si sabemos, como si no queremos hacernos responsables de lo que sabemos, la verdad es que estamos transmitiendo aprendizajes a nuestros hijos. Somos nosotros quienes decidimos cómo hacerlo, cómo enfrentarnos a los retos y responsabilidades: siguiendo los pasos de nuestros padres padres y degeneraciones anteriores o, aprovechando para cambiar lo que a nosotros no nos gustó o no nos funcionó, para que nuestro hijo no viva las mismas situaciones y tenga las mismas sensaciones que nosotros tuvimos.