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¿Cuáles son las vitaminas necesarias en el embarazo?

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Durante toda nuestra vida debemos alimentarnos correctamente, pero esto se profundiza y es absolutamente indispensable durante el embarazo. Además de tener una dieta balanceada, la mujer embarazada debe ingerir principalmente calcio, hierro, yodo y ácido fólico, vitaminas que el cuerpo necesita durante la etapa de gestación.

Las vitaminas son grandes aliadas antes, durante e incluso después de haber dado a luz, en laetapa de lactancia materna. Además de brindar los nutrientes que tanto la mamá como el bebé necesitan diariamente, colaboran en reducir las posibilidades de que ocurra un parto prematuro o de que el bebé nazca con bajo peso o con áreas de su cuerpo, como la columna vertebral y el cerebro, sin desarrollarse correctamente. Lo ideal es que las mujeres embarazadas tomen suplementos vitamínicos como el hierro, ácido fólico y yodo, y que incrementen la ingesta de otros nutrientes importantes como el calcio, el zinc y las vitaminas A, C y D, que normalmente no se obtienen en suficientes cantidades mediante una dieta habitual. Por otra parte, toda futura mamá debe preocuparse por comer de manera balanceada e incluir en su dieta todos los grupos alimenticios como: carnes, frutas, verduras, lácteos, y hasta incluso, grasas. Toda esa dieta se va a complementar con las vitaminas que la embarazada tome, las cuales evitarán que el cuerpo de mamá se desgaste. Además de proteger su sistema, contribuirán al sano desarrollo del bebé dentro del vientre materno.

Generalmente, conviene tomar estas vitaminas todos los días, acompañadas de un jugo de naranja o de otra fruta cítrica, cuyos nutrientes ayudan a absorber mejor los componente de estos suplementos.

ÁCIDO FÓLICO:  es una de las vitaminas que más necesita ingerir una mujer embarazada. Este producto también es conocido como vitamina B9 y su acción en el organismo ayuda a que la médula espinal y el cerebro del bebé se formen correctamente. También, previene la aparición de cáncer en las mujeres embarazadas y contrarresta la posibilidad de que la futura madre sufra de algún ataque cerebral. Las verduras de hojas verdes, los cítricos, los cereales, los frijoles, las nueces y el pan son algunos de los alimentos ricos en ácido fólico, pero además de ingerir todos estos alimentos es necesario que haya un refuerzo de los niveles de vitamina B9, tomando el suplemento que sea recomendado por el médico obstetra.

HIERRO: su acción ayuda al organismo a aumentar la producción de glóbulos rojos, los cuales son necesarios para oxigenar todos los órganos de tu cuerpo y los del bebé. Durante la etapa de gestación es recomendable que se duplique la cantidad de glóbulos rojos que normalmente produce cualquier mujer, por lo cual es necesario tomar algún suplemento que colabore a cumplir con esta cuota. El hierro ayuda a evitar la anemia y reduce la posibilidad de que el niño nazca antes de tiempo, además de que fortalece los músculos tanto de la mujer embarazada como los del bebé. El hierro puede tomarse a través de un suplemento vitamínico, y también puede ingerirse por medio de alimentos como la carne roja, las legumbres, los cereales y los mariscos. La vitamina C ayuda a optimizar la absorción del hierro, y esta es apenas una de las razones por la cual se recomienda comer frutas cítricas durante el embarazo.

CALCIO:  consumirlo es más que necesario durante la etapa de gestación del bebé, quien necesita de este nutriente para desarrollar sus huesos y dientes, así como también sus músculos y nervios. Para que eso suceda sin que la futura mamá se descalcifique, es necesario que sea ingerido de diferentes formas. Puede tomarse mediante suplementos, los cuales puedes combinar con una dieta rica en lácteos como: leche de vaca, el yoghurt o quesos magros, leche de almendra o de avena y, legumbres como el brócoli y los repollitos de bruselas.

YODO:  su acción contribuye a la formación del sistema nervioso de tu bebé. Lo más recomendable es que se ingieran 150 microgramos diarios, los cuales pueden ser tomados en un comprimido de suplemento. También, es bueno tener en cuenta que existen muchos alimentos ricos en yodo tales como: el pescado, los huevos, las algas y la sal yodada.