Como padres, nos emociona y enorgullece ver como nuestros hijos van creciendo, los logros que van obteniendo y todo lo que aprenden con el correr del tiempo. También, nos llenamos de dudas y preguntas sobre muchas cuestiones. Los varones cambian la voz en la adolescencia, y hay una edad en la que pegan el “estirón”, otra en la que comienzan a necesitar de la maquinita de afeitar y otra en la que hay que dejar el pediatra y pasar a un médico de adultos. Pero muchas veces no sabemos cuándo es ese momento.
En el crecimiento de los chicos, existen 3 etapas bien definidas, que se relacionan con un desarrollo óseo. La primera etapa se da durante la lactancia, cuando tienen 2 y 3 años. La segunda etapa se da en la llamada “segunda infancia”, que es entre los 3 y 12 años. La tercera etapa va hasta los 18 o 20 años, cuando se produce el cierre o la desaparición de la mayoría de los cartílagos de crecimiento. La segunda etapa, durante la pubertad es la que presenta mayor crecimiento en términos generales pero es sabido que muchos chicos, principalmente los varones, crecen mucho en altura entre los 13 y 17 años. El momento en el cual los chicos deben “cambiar” las idas al pediatra por el médico de adultos es variable. Además,también depende del sexo porque el crecimiento y desarrollo es diferente en mujeres y en varones. Las chicas suelen comenzar a ver médicos de adultos a partir delos 13 años y generalmente la transición la marca el tener su primer menstruación. En los varones, muchas veces se dilata unos años más y recién dejan al pediatra a los 15 o 16 años.
En la adolescencia encontramos a los chicos/as que sufren de acné y los que no. Todavía no se encontraron los genes responsables de esta patología, pero los médicos consideran que hay una predisposición genética a sufrirlo. O sea que, si los padres tuvieron acné, lo más probable es que los hijos también lo tengan. Se trata de una afección del folículo pilosebáceo que tiene su origen en muchos factores, tanto intrínsecos como extrínsecos. Entre los primeros están la constitución estructural de la piel y la respuesta inmunitaria; y entre los segundos, la alimentación y la manipulación inadecuada de las lesiones incipientes, entre otros. También hay algunos medicamentos que pueden producir o empeorar el acné. El estrés, el sedentarismo y la alimentación inadecuada no ayudan.
La aparición del vello es una de las primeras manifestaciones de la maduración sexual, que se evidencia a partir de la pubertad (entre los 10 y los 12 años). Claro que aparece de manera diferente en el varón que en la nena. En ellas se desarrollan las mamas y en ellos el tamaño de sus genitales. En tanto, en ambos aparece el vello pubiano (pubarca). Las chicas ya empiezan a depilarse y los chicos a afeitarse. Los varones, a diferencia de las mujeres, cuando maduran cambian la voz. Esto se debe a una adecuación de la laringe y las cuerdas vocales a los cambios estructurales que sufre el organismo impulsado por los cambios hormonales. Hasta los 20 se puede seguir creciendo, ya que éste es un proceso dinámico que comienza en la vida intrauterina y se completa en la edad adulta. Si bien hay un consenso, según los médicos, de que crecemos hasta la unión de los huesos largos con sus cuerpos (fusión de las epífisis con sus diáfisis) y la desaparición de los cartílagos de crecimiento alrededor de los 18 años, podemos continuar el crecimiento en altura hasta los 20 años a expensas del crecimiento de la columna vertebral, especialmente en los varones.