El Síndrome premenstrual se refiere a un amplio rango de síntomas que comienzan durante la segunda mitad del ciclo menstrual y que pueden incluir:
Estos síntomas ocurren antes de que comience la menstruación, pero pueden alargarse durante el periodo, junto con otros síntomas como sangrado abundantes y cólicos. El flujo natural de hormonas como estrógeno y progesterona controlan el ciclo de las mujeres. Cuando estas hormonas se encuentran en balance, no deberían presentarse molestias. Una forma de mantener el cuerpo en equilibrio es seguir una línea de hábitos y alimentos, por ejemplo:
1. Reducir el nivel de estrés: Cuando estás super estresada, tu cuerpo está ocupado manteniéndose en modo supervivencia, es decir, se irriga un coctel de hormonas que te llena de tensión y por lo tanto te desequilibra.
2. Dormir: Es muy sencillo, si no estás durmiendo correctamente, tus hormonas no estarán balanceadas. Recuerda que el cuerpo necesita tener un reloj interno, un horario, un ritmo.
3. Opciones menstruales naturales: Utilizar métodos de higiene alternativos como la copa menstrual o toallas de algodón reduce la huella ecológica. Para reducir cólicos puedes poner fomentos de agua caliente. Muchísimas mujeres reaccionan mal ante los químicos de los tampones y compresas, que se usan para blanquear o para fabricar. Además, así no estarás utilizando plástico que tardará entre 500 y 800 años en descomponerse.
4. Ejercitarse : Es muy probable que lo último que quieras hacer sea correr o ir a la clase de spinning, pero intenta al menos dar una caminata, sal a un parque o realiza ejercicios de bajo impacto, como estiramientos o yoga o yoga restaurativa.
5. Comer regularmente y evitar alimentos inflamatorios: Algunos granos, vegetales y, sobre todo, lácteos pueden crear inflamación en el cuerpo y exacerbar los problemas hormonales. Evita los alimentos que ya ubicas que te hacen sentir pesada.
6. Ingerir los tipos de grasas que sean adecuados : El 97% de la grasa en el cuerpo humano es grasa saturada y mono saturada. El 3% restante es de poliinsaturadas. La mitad de ese 3% es para las grasas omega-3 y la otra para omega 6. Cuando uno consume más niveles de grasa omega, el cuerpo debe incorporarlo en lugares que no le corresponde, lo que crea desequilibrio. Así que, en lugar de comer toneladas de pescado con omega-3, margarina, aceite de canola o de cacahuate, lo ideal es preferir las grasas de la mantequilla, el aceite de coco, aceite de oliva, el aguacate, etcétera.
7. Evitar los químicos en la comida y en el hogar : Evitá los alimentos procesados y los pesticidas, pues sus químicos pueden hacer que el cuerpo deje de producir hormonas y mantenéte hidratada.
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