La otitis media o infección del oído medio es muy común en la primera infancia, sobre todo si tienen hermanos mayores en la escuela o van a la guardería, pero es importante tratarla como corresponde ya que puede afectar la audición y consecuentemente el habla del bebé.
Si el chiquito suele tener recurrentes infecciones en los oídos, hay algunas medidas preventivas que se pueden llevar a cabo a modo de prevención:
- No darle el pecho o la mamadera acostados ya que esta posición favorece el reflujo de leche que irrita el oído y predispone a una otitis.
- Consultar con el pediatra si las infecciones pueden ser consecuencia de una rinitis alérgica.
- Estudios recientes demostraron que que darle el pecho al bebé al menos durante3 meses reducen las posibilidades futuras de contraer infecciones de oído.
- Si el bebé está con tos, ponerle una almohada debajo de la cabeza para que no esté totalmente horizontal y la mucosidad se vayan al oído.
- Darle un descongestivo nasal apenas comience el resfrío. Consultar con el pediatra el medicamento que haya que recetarle.
- El viento puede favorecer el catarro en las vías respiratorias superiores y de hay pueden derivarse las infecciones.
- El agua no es dañina en si misma, pero si la piel del conducto auditivo está traumatizada, el agua puede favorecer la infección.
- El humo del cigarrillo afecta el movimiento de las células que transportan los mocos de la nariz y en la trompa de Eustaquio aumentando el riesgo de otitis.
- Los viajes en avión no ocasionan otitis, pero puede ser conveniente evitarlos si el bebé tiene otitis o catarro. Ante esta situación, no olvidar consultar al pediatra antes de viajar.
- Si las infecciones se repiten muy seguido, es probable que el pediatra te indique la colocación de unos pequeños tubos que atraviesan el tímpano, para lograr la ventilación adecuada del oído medio y evitar la acumulación de líquido y mucosidad, que termina infectándolo.