El arribo de un bebé ya pone la casa “patas para arriba”. Además de las cuestiones emocionales, un nuevo integrante es un gran acontecimiento que cambia la vida y la dinámica familiar. Si estamos ante la presencia de la llegada de gemelos, mellizos o trillizos, los nervios y el desconcierto aumenta aún más. ¿Cómo hacerle frente con éxito a la llegada de dos bebitos? Las 2 principales claves se basan en : planificación y colaboración.
Los partos múltiples suelen adelantarse, y en la mayoría de los casos, los bebés nacen por cesárea. Los preparativos deben empezar antes: a partir de los siete meses de gestación es recomendable ya tener listo el bolso para el sanatorio, así como los documentos, autorizaciones y datos importantes que nos serán requeridos al ingreso. En lugar de preparar una muda de ropa, serán dos, y así deberá preveerse para aquellos items en los que cada niño no pueda compartir. También hay que ocuparse del tema del traslado al regresar del sanatorio. Lo mejor es comprar de antenamo dos butacas para el auto.
Una vez que llegamos a nuestra casa, lo mejor es no enroscarse con los detalles y buscar simplificar muchas cuestiones. Como los bebés han estado acostumbrados a estar muy juntos durante la gestación, en principio no es necesaria la compra de cunas individuales y bastará con una sola, que en lo posible no sea demasiado pequeña (¡crecen muy rápido!). Para el baño, existen unas bañeras llamadas “tubo” que pueden utilizarse los primeros tiempos y que brindan la posibilidad de bañar a los hermanitos juntos.
En general, la ropa y el cochecito para pasear será lo único que se necesita doble. Si no tenemos quien pueda prestarlo, y comprar nos resulta costoso, existen empresas que alquilan cochecitos para mellizos y puede ser algo muy útil. Todos los productos de higiene como las toallitas, pañales, talco, crema hidratante, etc pueden ser tranquilamente compartidas por ambos bebés. Lo único es que habrá que adquirirlos con mayor frecuencia y mayor cantidad para evitar que nos quedemos sin stock en pocos días.
En cuanto a tener ayuda y colaboración, la misma ya es necesaria cuando tenemos a un recién nacido, peor al tener dos (ni hablar de 3), esta colaboración no puede faltar. Caso contrario, es imposible llevar adelante la menuda tarea de amamantar (o dar mamadera), cambiar, dormir, bañar a dos pequeños y, encima, tratar de descansar unas horas (no somos máquinas, por supuesto). Hay que aceptar la idea de que si estamos cansadas o si nuestros bebés están irritados o necesitan atención , las visitas que podamos tener deberán entender la situación, y retirarse llegado el momento. No hay que tener cargo de conciencia. Las prioridades han cambiado en nuestra vida y hay que estar en paz y tranquilas para poder transitar esta etapa de grandes cambios y de pura adaptación. Es vital poder contar con personas de nuestra mayor confianza para sentirnos cómodas y reconfortadas en momentos de debilidad.