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Muchas de las parejas divorciadas preferirían no tener que verse nunca más. Si uno no se llevó lo suficientemente bien con alguien como para seguir casado, nada indica que después del divorcio las cosas vayan a mejorar. Pero se sabe que cuando existen hijos/as de por medio, esto resulta casi imposible. El hecho de tomar decisiones que afectan directamente a los chicos, implica que los padres deban estar comunicados. En muchas ocasiones, cuando se producen llamadas telefónicas, las mismas finalizan en llantos, ásperas discusiones en el momento de pasar a buscar a los hijos y peleas a los gritos y todo ello, muchas veces, con los chicos ahí presentes.
La tecnología actual permite que estas cuestiones puedan resolverse y evitar malos momentos. El e-mail o los SMS (mensajes de texto) pueden ser herramientas saludables para los padres separados que deben dialogar sobre sus hijos, pero prefieren no verse (al menos no en forma seguida). Es una custodia compartida y a distancia. La diferencia es enorme. Hace desaparecer el fastidio de verse cara a cara y el costado emocional de la custodia compartida. Las personas no desean charlar con sus ex porque hasta el sonido de su voz les termina resultando dramático, molesto e irritante. Pero, pueden mandarse un mail o mensaje de texto. Pueden compartir un calendario online y pueden utilizar una gran variedad de recursos que brinda Internet. Hasta existen aplicaciones para divorciados. Ahora es todo más unisex, y tanto el padre como la madre tienen su propia esfera de influencia. Se arma lo que se llama un “calendario de acceso compartido” y están los “coordinadores parentales” que ayudan a organizarlo. En algunos casos de divorcios muy controvertidos, a los padres se les prohíbe expresamente levantar el teléfono salvo que al chico se le haya roto una pierna o se produzca una verdadera emergencia.
En ciertos casos, hasta suele pedirse a los padres que les compren un celular a sus hijos, y la duración de las llamadas queda registrada para controlar la cantidad de tiempo que le dedicó cada uno.Y como el padre o la madre llaman al hijo directamente a su celular, se anula la posibilidad de una discusión entre ambos al atender el teléfono.Como las relaciones a veces se deterioran al punto de volver a recurrir a los tribunales, cada vez son más los jueces que intiman a los ex cónyuges a resolver sus diferencias a distancia tecnológica. Existe una novedosa variedad de herramientas de custodia online que han sido pensadas para mantener a raya a los padres belicosos. Los abogados de ambas partes supervisan el intercambio de mails entre ambos para asegurarse de que cada parte los responda en tiempo y forma. Todos los mails son fechados y guardados. Los padres pueden crear un registro de gastos comunes y recibir notificaciones automáticas y recordatorios de sus obligaciones parentales. Y como todos esos intercambios quedan por escrito (ya sea en un texto, un registro de llamadas o un calendario online) , se genera un registro permanente de quién hizo y quién escribió qué. Y cualquier inconducta puede convertirse en evidencia.Es una excelente idea, siempre y cuando ambos padres lo usen.
Igualmente, cabe aclarar que si bien la tecnología brinda un avance importante en estas cuestiones, tampoco las resuelven en un 100%. Todo aquel que alguna vez se haya peleado electrónicamente, los mensajes escritos también pueden ser irritantes. Los chistes, las ironías, el sarcasmo y hasta una honesta gentileza pueden perderse en la nube de texto. Y así como nadie contesta los mails de gente con la que no quiere mantener contacto, tampoco contesta los mails de un ex marido o ex esposa.