La llegada del verano, los días al sol, en la pileta o en la playa, invita a disfrutar de momentos únicos. Sin embargo, nunca debemos olvidar de tomar recaudos frente a la exposición solar. Hay ciertos cuidados que son necesarios y la frase tan repetida “El nene ya tiene la piel curtida, no es necesaria tanta protección” es errónea. No sólo porque la piel del chico es muy sensible al sol, sino también porque la niñez y la adolescencia son los momentos más críticos en cuanto al posible daño que los rayos solares pueden causar. De hecho, según la Sociedad Argentina de Dermatología, el 80% de los rayos solares son absorbidos antes de los 18 años.
Si bien el bronceado es una reacción de protección de la piel, no todas las pieles son iguales. Algunas se queman con facilidad y prácticamente no se broncean, y para otros tipos de piel sucede lo contrario. Por eso los dermatólogos hablan de fototipos, que se sitúan en una escala del 1 (muy blancas) al 6 (negras). Cuanto menor sea el fototipo, más protección se necesita. Para lograr un color saludable con seguridad plena, lo mejor es darle tiempo a la piel para que pueda desarrollar su pigmentación. Hay que exponerse progresivamente, evitando las horas de máxima insolación entre las 12 y las 16. Usar protección solar, en especial con un cuidado fotoprotector que tenga un índice de protección elevado, de entre 30 y 50 según tu fototipo y siempre recordar que la eficacia de las cremas solares se atenúa cada 2 horas. Además de esto, es necesario utilizar los productos adecuados. No sólo elegir el factor de protección correcto sino también el producto indicado para cada uno. Como te contábamos, los primeros años de vida de una persona son determinantes en cuanto al daño que acumula la piel, a causa de la exposición al sol. Por lo tanto, es necesario brindarles a los más jóvenes una protección especial, diferente a la que utilizan los adultos. Ese es el motivo por el cual existen los protectores para niños con FPS 50+ que ofrecen alta protección incluso para pieles sensibles, gracias a que cuentan con un sistema de filtrado de Mexoryl XL UVB, UVA, eficaz hasta contra rayos UVA largos.
Datos útiles
- Recordar colocar el protector solar 30 minutos antes de la exposición y reaplicarlo cada 2 horas (o antes en caso de haberse zambullido en el agua o haber transpirado mucho). Esto vale tanto para los más pequeños como para los más grandes de la familia.
- No olvidar de proteger los labios y de esparcir bien el protector en zonas como orejas, cuello, escote, manos y brazos, además de los empeines.
- Mantener siempre el mismo factor de protección. Es falsa la creencia de que cuando la piel ya está bronceada, se puede bajar el nivel de protección. El daño de los rayos solares es siempre el mismo.
- Los menores de 6 meses no deben ser expuestos al sol. Y entre los 6 meses y los 3 años, es recomendable hacerlo con mucho cuidado y por períodos breves, utilizando el factor de protección indicado para los pequeños.