A lo largo de la gestación y lactancia, el niño extrae de su madre vitaminas, minerales, nutrientes y demás elementos que necesita para crecer sano. Es por eso que la madre debe estar atenta a su estado de salud y e ir al médico en cuanto se sienta enferma o débil. En ocasiones, una infección en la mamá puede acarrear problemas para el bebé. Compuesto por una red compleja de células, órganos y tejidos, el sistema inmunológico es clave en la vida de una persona y será el encargado de defender al organismo de las bacterias y los virus. A través de una reacción organizada, el cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden.
La leche materna proporciona las proteínas, la grasa y el azúcar que el bebé necesita para reforzar su sistema inmunológico. Cuando el bebé entra en contacto con la leche materna disminuye el riesgo de muerte súbita y las probabilidades de sufrir de otitis, infecciones del tracto urinario, neumonía, vómitos, diarrea y ciertos tipos de meningitis. Cabe señalar que algunas de las sustancias presentes en la leche materna no solo protegen al bebé contra una amplia variedad de enfermedades durante el proceso, sino también hasta 2 años después.
Reforzar el sistema inmunológico de la madre
- Medidas de higiene: Lavarse las manos frecuentemente, sobre todo si ha estado en contacto con otras personas (en especial niños).
- Vacunación: Controlar con su médico el calendario de vacunación, durante el embarazo y el amamantamiento.
- Dieta sana y variada: Respetar las indicaciones del médico acerca de lo que puede o no puede comer o beber en el periodo de lactancia. Con estas normas en la mano, podemos potenciar aquellos alimentos permitidos que refuerzan el sistema inmune, como cebolla, yogures y miel.
- Evitar comer carnes crudas o poco cocidas.
- Ejercitarse: El deporte o hacer gimnasia o actividad física no solo es bueno para que la madre controle su peso y se mantenga sana, sino que además ayuda a reforzar el sistema inmune.
- Descansar lo más que se epueda: Las gestantes y mamás recientes suelen tener más necesidad de descansar y deben darle a su cuerpo una pausa cuando la pida. Es durante la noche cuando el cuerpo se repone, se refuerza y recoge energías para los siguientes días.
Cómo alimentarse durante el período de lactancia
- Realizar 4 a 5 comidas diarias.
- Beber diariamente 3 litros de líquido. Por ejemplo: agua, agua saborizadas, caldos de verduras, infusiones, licuados, etc.
- Cocinar en forma sencilla como puede ser al vapor, cacerola o al horno para evitar la pérdida de nutrientes de los alimentos.
- Evitar los fritos.
- Utilizar condimentos suaves.
- Controlar la ingesta de alimentos ricos en grasas y azúcares, productos de panadería, copetín, fiambres, embutidos, manteca y crema.
- Consumir productos lácteos descremados, leche, yogurt y quesos como fuente de calcio y proteínas de buena calidad.
- Consumir carnes magras y huevo como fuentes de hierro y proteínas.
- Incorporar todo tipo de vegetales y frutas. Si son crudas poseen gran cantidad de fibras, vitaminas y minerales, y en caso de cocinarlas hacerlo al vapor para evitar la pérdida de vitaminas.
- Incorporar alimentos con fibra como panes con semillas, avena, salvado, cereales integrales y legumbres.