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Cómo actuar frente a accidentes en piscinas

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como actuar frente a accidentes en piscinas

Calambres: los músculos de la pierna, el muslo o el pie se acalambran. El chiquito llora y se queja de que le duele mucho una pierna. Lo que hay que hacer es sacarlo del agua, estirarle la pierna y los dedos y friccionar la piel con suavidad. Repetir estas acciones hasta que el dolor haya cesado.

Golpes: se resbala y se golpea con el borde. Si está herido, lavar la lesión en la ducha con agua y jabón, desinfectar con agua oxigenada o merthiolate y dejar al aire. Si no tiene heridas: aplicar hielo envuelto en un paño sobre la lesión Si el niño se queja de dolor, darle un analgésico. Luego, para ambos casos, es aconsejable visitar un hospital y que lo revise un médico.

Mareos, temblores, malestar general y vista nublada: son los síntomas de lo que popularmente se conoce como “corte de digestión”, algo que puede suceder cuando el niño se baña o hace ejercicio físico intenso poco después de haber comido. En estos casos hay que tranquilizarlo, pedirle que descanse un rato y que o vuelva a entrar al agua. Si no llegara a mejorar en media hora, lo recomendable es ir al médico.

Nariz, boca u ojos irritados: sucede cuando el agua tiene una cantidad excesiva de cloro. Lavarle el rostro con abundante agua de la ducha y llevarlo a un centro médico porque una dosis elevada de cloro puede causar problemas graves.

Hidrocucción:  el niño entra de golpe en el agua después de haber estado mucho tiempo al sol. Puede perder el conocimiento por un paro cardiorespiratorio. Es un accidente grave, hay que sacarlo del agua de inmediato, realizarle maniobras de reanimación mientras se llama una ambulancia de urgencia.