El estrés, la falta de tiempo y la tecnología están interviniendo negativamente en las relaciones con nuestros hijos. El tiempo que estamos en el hogar es limitado y si lo ocupamos haciendo las tareas de la casa, cocinando, ordenando, limpiando, revisando el celular o viendo una serie, ¿qué espacio dejamos para la comunicación con nuestra familia? Hay fórmulas para aprovechar el tiempo que estamos juntos y favorecer la conversación y el juego con nuestros hijos.
- Aprovechar las comidas para conversar: el desayuno, la comida o la cena son momentos en los que todos los miembros de la familia se sulen juntar. Es la mejor situación para preguntar qué tal les ha ido el día, de forma natural siempre, no a modo de interrogatorio. Muchas veces nos sentamos a comer y no hablamos. Esimportante ser capaces de fomentar el diálogo y el debate.Y, sobre todo, poner reglas o normas para no utilizar celulares, tablets ni mirar la tele durante las comidas.
- Lo mejor y lo peor el día: un truco para ver si todo marcha bien en la vida de nuestros hijos es hacerles dos preguntas simples: ¿Qué fue lo mejor del día? y ¿Qué fue lo peor del día? Es una forma sencilla de averiguar qué es lo que les emociona y qué es lo que les preocupa.
- Leer: una buena idea es leer juntos en la cama justo antes de acostarse. Cuando los niños son pequeños les encanta que les cuenten o lean libritos. Además de ser un momento para relajarse antes de dormir, aprovechando el hilo argumental de la historia, podemos enseñarles valores y explicarles cosas importantes. Estaremos fomentando el gusto por la lectura y activando su imaginación. Si los chicos ya son más grandes, podemos proponerles que lean los libros que nos gustaron a nosotros de pequeños y luego podemos comentarlos.
- Jugar a un juego de mesa: son otro plan para compartir momentos de calidad. Los juegos les hacen reír, les hacen pensar y con ellos descubrirán nuevos conocimientos. Es una opción para influir en su aprendizaje de forma amena, atractiva y con diversión.
- Ver una película en familia: es una oportunidad para sentirse unidos. Preparar pochoclo y elegir el título de alguna peícula o serie entre todos. Hay que tener en cuenta que la misma sea apta para todos y que tiene que gustarle tanto a los chicos como a los adultos. La idea es que todos disfruten de la misma. Una comedia siempre es una buena opción.
- Escuchar música : la música es fundamental para el desarrollo intelectual de los niños. Cuando son muy pequeños, la música desarrolla su percepción auditiva y la sensibilización motriz. La música tiene el poder de hacernos bailar o emocionarnos. Es muy bueno poder ir intercambiando géneros musicales y ser capaces de escuchar la música que a ellos les gusta y también hacerlos que conozcan aquellos temas que nos gustan a nosotros.
- Ver fotos antiguas: es una actividad que fortalece los vínculos familiares. Ver fotos juntos de cuando eran pequeños e incluso fotos de cuando ellos ni siquiera existían. Mostrarles fotografías antiguas de sus bisabuelos y hablar de cómo eran. Es un momento perfecto para mejorar su sentido de pertenencia.
- Abrazarse: darse abrazos, caricias, mimos y besos todos los días hace que la unión familiar se fortalezca.
- Cocinar en familia : los niños son capaces de hacer muchas más cosas de lo que imaginamos. Es muy bueno dejarlos que nos ayuden e incluso dejar que sean ellos quienes la preparen (siempre con las debidas precauciones para que no se quemen o se corten). La cocina aumenta su autonomía y confianza y mejora sus habilidades manuales a la vez que se familiarizan con la importancia de llevar una vida saludable cuidando la nutrición. De esta manera, les estamos inculcando buenos hábitos y preparando para la vida adulta, además de que empezarán a valorar el tiempo que conlleva preparar un plato.
- Decorar el hogar: hacerlos partícipes de los cambios decorativos que hacemos en nuestras casas. Los chicos están perfectamente preparados para poder ayudarnos a pintar una pared o un mueble. También podemos llevarlos a algún local cuando necesitemos comprar algo y pedirles su opinión. Ellos se sentirán importantes y pensarán que los tenemos en consideración.
- Hacer manualidades: un plan muy divertido para los días de lluvia es hacer alguna manualidad. SE puede buscar alguna inspiración en internet y hacer cosas reciclando materiales que ya tenemos en casa como una caja vacía de cereales o un pote de queso crema. Creando se sentirán bien porque se centrarán en la tarea olvidando las preocupaciones.
Todas estas actividades ayudarán a fortalecer el vínculo entre padres e hijos y con el resto de miembros de la familia (no nos podemos olvidar de los abuelos, los primos o los tíos) y ayudarán a mejorar la comunicación familiar. Con ellas estableceremos las bases de una educación en la que los niños se sentirán integrados.