El factor Rhesus fue descubierto en 1940 mientras se llevaban a cabo unos experimentos con simios, concretamente con el Macaco Rhesus, de ahí el nombre del sistema Rh. Gracias a ellos se descubrió la incompatibilidad de Rh y se comprobó que las personas con Rh negativo solo pueden recibir sangre de un donante igual a ellos.
El factor Rhesus o Rh es una proteína localizada en la superficie de los glóbulos rojos. Si tienes dicha proteína, tu Rh será positivo, pero si por el contrario careces de ella, tu Rh será negativo. Lo más habitual entre la población es el Rh positivo, aquel que puede recibir sangre de cualquier donante ya sea igual o diferente a él. Por otro lado, los grupos sanguíneos son otra manera de clasificar la sangre en función de sus distintos fenotipos; es el sistema A,B, O. En la superficie de los glóbulos rojos existen otras moléculas llamadas antígenos, responsables de las incompatibilidades en las transfusiones y donaciones de órganos. Según su composición, encontramos 4 grupos sanguíneos: A, B, AB y O, y todos ellos pueden ser positivos o negativos.
La falta del factor Rhesus no está considerada como una enfermedad, por lo que no afecta a nuestra salud. Pero sí resulta recomendable que aquellas mujeres con Rh- se realicen una prueba durante el embarazo para comprobar el Rh de su bebé y la presencia de anticuerpos. Así, se podrán tomar las precauciones necesarias en caso de incompatibilidad de Rh. La sangre del bebé y la madre raras veces se mezclan, pero durante el parto hay una pequeña probabilidad de que sí lo hagan.
Dado que el factor Rh se hereda,el grupo sanguíneo del bebé no tiene por qué coincidir con el nuestro; este puede ser igual al paterno. Si se diera este caso y hubiera contacto con los glóbulos rojos del bebé, generaremos unas proteínas, anticuerpos anti Rh positivo, en respuesta a los antígenos presentes en su sangre. Esta circunstancia puede provocar que tengamos problemas en nuestro segundo embarazo por incompatibilidad de Rh con nuestro segundo hijo.
Si ha habido mezcla sanguínea, habremos generado anticuerpos Rh positivos, pero tal hecho no supone, en ningún caso, un problema en nuestra vida diaria. Únicamente deberemos tener unas precauciones en nuestro segundo embarazo y sucesivos. En el segundo embarazo, si la sangre de nuestro bebé es Rh positivo, nuestros anticuerpos anti Rh positivo atacarán sus glóbulos rojos si atraviesan la barrera placentaria al identificarlos como una amenaza. Como consecuencia, en el bebé se destruyen glóbulos rojos a un ritmo superior al que son repuestos, provocándole una anemia que puede resultar mortal.
Conclusiones y precauciones
Si nuestro bebé es Rh negativo, al igual que nosotras, no tenemos que preocuparnos, ya que tal circunstancia no tendría lugar. De no ser así, el médico nos realizará unas pruebas y aplicará un factor de corrección:
- Análisis de sangre en el primer trimestre.
- Si no has empezado a fabricar anticuerpos, te suministrarán inmunoglobulina de Rh, que evita la formación de anticuerpos.
- Análisis en la semana 28 y tras el parto.
- Una última inyección de inmunoglobulina tras el parto.
- Si ya has generado los anticuerpos, la inmunoglobulina no resulta eficaz. En estos casos, lo único que puede hacerse es llevar un estricto control de la madre y del hijo y, llegado el momento, practicarle una transfusión a través del cordón umbilical.
- Hay otros casos en los que la madre puede haber generado anticuerpos anti Rh positivo sin necesidad de haberse quedado embarazada: un aborto, un embarazo ectópico o una transfusión errónea pueden ser alguna de estas causas. De cualquier modo, si dudás de que este sea tu caso, lo mejor es que se lo adviertas a tu médico y solicites una prueba prenatal.
Las últimas estadísticas indican que, desde que se realizan estos controles y se utiliza la inyección de inmunoglobulinas, los casos de aborto o de transfusiones de intercambio se han reducido drásticamente y actualmente casi ni se practican.