Una gran variedad de cambios físicos y psicológicos ocurren en una de las etapas de mayor preocupación de muchos papás: la adolescencia. Con estos cambios vienen frecuentemente una cantidad de situaciones que hay que manejar muy bien. Uno de los asuntos más delicados de abordar son los problemas de autoestima en adolescentes. La falta de autoestima puede ser el origen de trastornos de otro tipo. La familia, la escuela y los medios de comunicación son grandes influencias para los adolescentes y su valoración personal.
En este período de la vida la autoestima tiene un papel importante. La adolescencia es la fase en la que se le da forma a la identidad propia. La valoración que tenga el joven sobre sí mismo determinará en gran medida sus relaciones y su forma de enfrentar la vida. Los problemas de autoestima en adolescentes están generalmente relacionados con una autopercepción pobre. Sentirse bien con uno mismo es una experiencia básica para el ser humano. Si no se consigue en la adolescencia, surgen un gran número de situaciones que hacen aún más difícil superar esta etapa de la vida.
¿Cuáles son los problemas de autoestima en los adolescentes?
- Dificultad para mantener relaciones con los demás: el no aceptarse a sí mismo y valorarse poco hace más difícil que el joven pueda mantener relaciones saludables con otros.
- Depresión: los jóvenes con baja autoestima tienen mayor tendencia a padecer depresión. No se aceptan a sí mismos, por tanto, piensan que los demás no los aceptarán como son.
- Problemas académicos: el bajo rendimiento escolar a veces tiene su causa en los problemas de autoestima de los adolescentes. El creer que no es capaz de aprender se convierte en un obstáculo para el aprendizaje.
- Dificultad para manifestar sus sentimientos: al sentirse menos que los demás, se tiene la concepción de que cualquier cosa que sienta, por importante o grave que sea, no será de interés para quienes le rodean.
- Trastornos alimenticios: querer agradar para ser aceptado por los demás los lleva a querer tener una imagen que creen que es la ideal. La anorexia es una consecuencia grave que puede generar esta obsesión por conseguir cierto tipo de imagen.
- Baja motivación: los adolescentes con problemas de autoestima se muestran apáticos y faltos de interés por hacer cosas. No lo intentan por su miedo constante de no cumplir las expectativas de los otros.
- Abuso: muchos adolescentes con baja autoestima pueden ser víctimas de abusos y maltratos. Se dejan maltratar o no son capaces de oponerse con firmeza ante un abuso por el temor de exponer su posición y el miedo al rechazo.
- Transgresiones: al querer sentirse aceptado por un grupo, el adolescente puede llegar a realizar acciones violentas o ilegales, aunque sepa que lo que hace no está bien.
- Dependencia: al adolescente con una pobre imagen de sí mismo le costará independizarse. Esto pasa porque se convence a sí mismo de que no es capaz de alcanzar nada sin ayuda de los demás.
- Falta de planes a futuro: el joven no cree en sus capacidades, por lo tanto, no se plantea escenarios futuros de realización personal. Su principal freno es el miedo a fracasar.
En la familia, la escuela y los medios de comunicación se pueden encontrar los principales detonantes de los problemas de autoestima en adolescentes. Un entorno familiar demasiado crítico puede ser un factor que afecte de manera negativa la autoestima del joven. Lo ideal es un ambiente familiar en el que el adolescente se sienta comprendido y aceptado. Un entorno nutritivo en lo afectivo puede tener un impacto positivo en la formación de una buena autoestima. En la escuela, el acoso es uno de los principales causantes de la baja autoestima. Ser objeto constante de burlas y críticas de sus pares tiene un efecto negativo sobre los adolescentes, sobre todo en aquellos altamente sensibles. De igual modo, las falsas imágenes de perfección que muestran los medios de comunicación tienen un efecto terrible sobre los jóvenes. El querer imitar a ídolos y no lograrlo es causa de una pobre autoestima en muchos adolescentes.
La familia debe ser el principal punto de apoyo para ayudar a un adolescente con problemas de autoestima. La comunicación y la supervisión permanente son pilares fundamentales de la ayuda que el entorno familiar puede brindar al adolescente. El reforzar sus virtudes, resaltar sus logros, comprender sus cambios e infundirle confianza son acciones de gran importancia en esta etapa. Cuando la familia no logra que el joven supere sus problemas de autoestima, lo mejor es buscar ayuda profesional.