La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica que, controlada adecuadamente, no tiene por qué disminuir la calidad de vida de las personas que la padecen. En cuento a los niños, es importante que los papás sepan que los que padecen esta afección, requieren una serie de cuidados específicos.
La diabetes tipo 1, que es la que se da con mayor frecuencia entre niños y adolescentes. Se desarrolla durante la infancia como un trastorno autoinmune hacia las células que producen insulina. Representa entre el 10 % de los casos de diabetes y su máxima incidencia se da entre los 10 y 15 años. En la diabetes tipo 1, el páncreas pierde su capacidad de fabricar insulina porque el sistema inmunitario ataca y destruye a las células beta del mismo. Esta hormona es necesaria para permitir que la glucosa ingrese en las células para producir energía, por tanto, es de vital importancia contrarrestar su déficit.
Actualmente, la diabetes tipo 1 no tiene cura. Su tratamiento se centra en controlar los niveles de glucosa en sangre mediante la administración de insulina y un estilo de vida saludable. No se conocen exactamente las causas que desencadenan esta enfermedad, pero se cree que factores como la genética y ciertos virus pueden contribuir a la aparición de la misma. Si bien generalmente aparece durante la infancia o pre-adolescencia, también puede empezar en la edad adulta.
La crianza de niños con diabetes tipo 1. Consejos a tener en cuenta.
1. Conocimiento de la enfermedad
Una vez que el niño reciba el diagnóstico, es muy importante que conozca los aspectos básicos de la enfermedad y que llevemos a cabo un proceso de normalización en su entorno más cercano, para que se adapte y aprenda a convivir con ella. Los familiares, maestros y/o profesores deben conocer las pautas de actuación y participar en el control farmacológico y emocional del niño.
2. Alimentación
- Alimentación equilibrada: es necesario controlar la cantidad de grasa ingerida por el niño, dado que esta disminuye el efecto de la insulina y favorece la aparición de sobrepeso. Se deben incluir en todas las comidas frutas y verduras, así como proteínas de alta calidad e hidratos de carbono complejos.
- Limitar el consumo de hidratos de carbono simples: es fundamental restringir su ingesta para evitar las subidas rápidas de glucosa en sangre. Estos alimentos incluyen los azúcares añadidos, la bollería industrial, zumos, miel o galletas.
- Alimentación en la escuela. Los profesores han de facilitar a los padres los menús semanales. Además, si el niño es muy pequeño, los educadores tienen que estar pendientes de que realice un segundo desayuno o almuerzo para que los niveles de azúcar en sangre se mantengan estables.
3. Control del tratamiento farmacológico
Los niños con diabetes tipo 1 se tienen que inyectar insulina varias veces al día: de acción rápida antes de cada comida y de acción lenta una o dos veces al día. Es bueno que la administración del fármaco se de en un ambiente relajado y preferiblemente en el hogar. Los profesores deben conocer el procedimiento en caso de que el niño sea demasiado pequeño y necesite ayuda para administrarse las inyecciones.
4. Control de la glucosa en sangre
5. Ejercicio
Los niños con diabetes pueden realizar las mismas actividades físicas que el resto de niños de su edad, siempre y cuando se sigan una serie de recomendaciones:
- Medida del azúcar en sangre antes y después del ejercicio para poder adaptar la alimentación en caso de ser necesario.
- Durante la actividad física, los papás o profesores presentes deben tener acceso rápido a alimentos ricos en hidratos de carbono en caso de que se produzca una bajada de la glucosa en sangre (hipoglucemia).