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La relación que tiene la prolactina con la infertilidad

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Durante el embarazo, es normal que los niveles de prolactina en la mujer suban. Pero el problema se presenta cuando la mujer no está embarazada; la hiperprolactinemia (aumento excesivo de prolactina) inhibe la ovulación y provoca infertilidad.

La prolactina es una hormona que se va segregando por la glándula tiroides. Su función primordial es estimular la producción de leche materna. Durante el embarazo, los niveles de prolactina aumentan, los pechos crecen y se preparan para amamantar al bebé. El conocimiento de los vínculos entre prolactina e infertilidad ha permitido atender a una causa frecuente de infertilidad. Es un dato científicamente comprobado que el exceso de prolactina puede provocar infertilidad.

La producción excesiva de prolactina en la mujer fuera del embarazo produce alteraciones del ciclo menstrual. Los ovarios disminuyen su actividad y se complica la producción normal de estrógenos y progesterona. Estas afecciones provocan esterilidad por trastornos en la ovulación, y, por tanto, infertilidad.  Es posible que la mujer que padece de hiperprolactinemia, segregue leche por las mamas, aunque no esté embarazada. Además, esta enfermedad también puede afectar a los hombres porque la prolactina está presente en el sexo masculino. El exceso de esta hormona puede provocar esterilidad, pues la producción de espermatozoides se reduce.

La asociación negativa de prolactina e infertilidad puede tratarse a tiempo. La producción excesiva de la hormona se puede corregir, para que vuelva a sus niveles normales. Para iniciar un tratamiento correctivo, es preciso conocer las causas de esta afección.

Razones por las que puede aparecer hiperprolactinemia:

  • Factores fisiológicos. En ocasiones, estos factores surgen por situaciones eventuales y pueden ser transitorios. El estrés, la falta de sueño y el ejercicio excesivo pueden provocar la exagerada producción de prolactina.
  • El uso de determinados psicofármacos: Si la persona consume medicamentos, es posible que alguna sustancia que éstos contengan esté “trastornando” la producción de prolactina.

  • Algunas enfermedades del sistema endocrino: esta clase de patologías provocan irregularidades en la producción de prolactina. Entre ellas: hipotiroidismo, ovarios poliquiísticos, tumor en la glándula pituitaria.

Generalmente aparecen síntomas muy evidentes que llaman la atención de la persona. El organismo envía señales, es importante atenderlas y no menospreciarlas.

En las mujeres

  • Los períodos menstruales se vuelven irregulares. En ocasiones la menstruación desaparece por el efecto de la hormona.
  • Dolores de cabeza y disminución de la libido.
  • Sequedad vaginal que no es normal.
  • Aumento del vello corporal, hirsutismo.
  • Los pechos crecen y segregan leche, aunque la mujer no está embarazada.
  • Pérdida recurrente de embarazos.

En los hombres

  • Se reduce o anula el deseo sexual.
  • Comienzan problemas de disfunción eréctil.
  • Los pechos se agrandan y se achica la masa muscular especialmente del tórax.
  • La vellosidad aumenta.

Frente a la aparición de estos síntomas, es necesario consultar inmediatamente al médico. De este modo se evitarán males mayores, especialmente si se está buscando la maternidad o la paternidad. El diagnóstico de la hiperprolactinemia no es complicado. Ante cualquier sospecha, se realiza un análisis de sangre. Si en el mismo se manifiestan niveles altos de la hormona, se continúa con otras pruebas para determinar la causa que la está provocando. En primer lugar, se descarta la existencia del embarazo. En ocasiones, se realiza una resonancia magnética para detectar problemas de hipotiroidismo u ovario poliquístico.

El tratamiento dependerá de la causa. Generalmente, cuando la causa se controla, la producción de la hormona se equilibra. Si el problema es generado por algún medicamento, bastará con sustituirlo por otro. Después de un tiempo, la producción de prolactina volverá a sus niveles normales y el problema de infertilidad desaparecerá. Cuando el hipotiroidismo es lo que provoca el desequilibrio, el problema se resuelve con la prescripción de la hormona tiroidea, que se toma en pastillas. En otros casos, se trata con medicamentos orales que son muy efectivos. En el caso de situaciones extremas se puede requerir cirugía o radioterapia.