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¿Cómo mantengo una disciplina positiva con mis hijos?

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Para los padres que están determinados a guiar el comportamiento de sus hijos sin golpes o castigos, existe un tipo de disciplina positiva. Se trata del establecer límites sin recurrir a los castigos. Es un método que funciona bárbaro pero requiere de mucho compromiso por parte de los papás.

Es sabido que los métodos extremistas no funcionan, una educación laxa o sin límites es igual de contraproducente que una autoritaria a base de golpes. Para saber si la educación que le das a tu hijo funciona, solo hay que observar y analizar su comportamiento. Siempre hay una razón cuando los niños son agresivos, destructivos, desafiantes o irresponsables…

Hay 2 frases que siempre debemos usar con nuestros hijos porque, aunque suenen simples, son de mucha importancia y a lo largo del tiempo tienen un efecto en su conducta y desarrollo:  TE AMO/TE QUIERO MUCHO y NUNCA TE DEJARÉ.

Estas frases son parte muy importante del establecimiento de límites sanos con nuestros hijos. Les hace saber que podemos ser firmes, honestos y directos al dar los límites pero que al final siempre estamos ahí para ellos. Cuando establecemos límites disciplinarios es importante comunicarlos al lado del niño, haciendo contacto visual y emitiendo el mensaje con claridad. Al hablar con ellos es necesario usar pocas palabras para evitar sobre complicar el problema, ve directo al punto.

Maneras que ayudan a conectar con nuestros hijos para poder saber como aplicar los límites.

  • Hablar/mantener una charla sincera y directa: Hablar con honestidad y dejando las sutilezas de lado. Evitar utilizar “no está bueno…bien …”, “Nos nos gusta cuando…” o ” Martina no lo tiene permitido…”, “no podés porque lo digo yo y punto…”. Si está molesto no actuar como si nada sucediera y fingir tranquilidad, calma y afecto. Al hacer eso, estamos mandando un doble mensaje. Los niños necesitan claridad y para eso es necesario hablarles de forma clara y directa. Cuando vemo que el niño se pone triste hacerle saber “No te dejaré”,  ya que esto los conecta al instante de persona a persona y aclara nuestras expectativas. Cuando el niño se porta mal lo mas importante es hacerles saber que su error no los va a alejar de ti. Después, se puede establecer el límite pero siempre teniendo en mente que todo tiene una solución.

 

  • Reconocer y empatizar: Los niños necesitan expresar su punto de vista y tener un espacio para reconocer sus sentimientos cuando estamos estableciendo límites. La empatía significa comprensión y apoyo, ponerte en su lugar y, esto esto quiere decir que no tenemos por qué molestarnos o desanimarnos cuando nuestro hijo/a tiene una reacción emocional a nuestros límites.

 

  • Necesidades no satisfechas: En el momento en que cumplen el año y medio, la mayoría de los niños son plenamente conscientes de muchas de las cosas que no queremos que hagan. Si dudamos en establecer un límite con convicción porque estamos tratando de averiguar lo que está impulsando el comportamiento de nuestro hijo, él o ella se queda con una vacilante, mensajes vagos o no concluyentes en lugar de una ayuda real. La razón mas común por la que los niños se portan mal es llamar nuestra atención, quieren ser vistos y reconocidos por sus padres.

  • Jugar: No todo es seriedad y límites. Igual de importante es tomar momentos para divertirse y convivir lúdicamente con la familia. Esto ayuda a que los niños cooperen a la hora de establecer los límites pero no debe ser la razón por la que jugamos con ellos/ellas. El contacto tiene que surgir desde el querer y el corazón y nunca por conveniencia. Recordemos que la vida misma está llena de contrastes, así que no podemos ir todo el tiempo sonrientes ya que eso no es real. Sonreir cuando realmente nos nazca y olvidarse de las apariencias. La honestidad es siempre el mejor camino.