Un retraso menstrual asociado a fuertes dolores en el bajo vientre, a veces acompañado de pérdidas de sangre por la vagina, es el signo clásico del embarazo extrauterino. Pero no hay que olvidar que en ocasiones todo ocurre en silencio, sin dolor ni hemorragia.
El hecho que caracteriza el embarazo extrauterino es el crecimiento del huevo en la trompa (a veces en el ovario o en el abdomen) y no en la cavidad uterina. La trompa es una estructura fina y delicada, no preparada para que en ella anide un huevo. Con el paso de los días el embarazo implantado en la trompa la dilatará y puede llegar a romperla. Cuando esto ocurra estaremos ante una situación crítica, que obligará a una pronta intervención médica.
El diagnóstico del embarazo extrauterino se hace desde el momento en que existe un retraso de la menstruación, una prueba de embarazo positiva y, a veces, síntomas subjetivos de embarazo. La visita al ginecólogo, con una ecografía transvaginal, no permite ver el embarazo en la cavidad uterina: ahí nace la sospecha de una localización extrauterina del embarazo.
La ecografía transvaginal consigue el examen cuidadoso de las trompas y los ovarios, y la búsqueda del embarazo. Hacer un diagnóstico temprano antes de que se presenten el dolor o la hemorragia, permite hoy en día instaurar un tratamiento con sustancias que, administradas a la madre, inhibirán el desarrollo del huevo y lo desintegrarán. Así evitaremos que la trompa se pueda romper y ocasionar una fatal hemorragia interna a la madre. Otras veces ya no podemos actuar de esta manera y será necesario practicar una intervención quirúrgica que permita cohibir la hemorragia interna, y a veces salvar la misma trompa afectada por el embarazo extrauterino.
Si buscamos en los antecedentes de la mujer afectada por un embarazo extrauterino podemos encontrar antiguas infecciones pélvicas (conocidas como anexitis), que han dejado cicatrices en la luz de la trompa y que son las responsables de que el huevo se detenga en ella. Otras veces es la presencia de un dispositivo intrauterino la que ha dificultado que el huevo se implante en la cavidad uterina. Finalmente existen anomalías congénitas de las trompas que acaban entorpeciendo el paso del huevo a través de la trompa hasta que alcance el útero.
Se puede tener un embarazo a término luego de haber pasado por un embarazo extrauterino. Si debido a un embarazo extrauterino ha habido que operarte y extirparte una de las dos trompas, podrás tener hijos a través de la otra. El antecedente servirá para catalogar tu futuro embarazo como embarazo de riesgo y para extremar las precauciones que asegurarán que todo vaya bien.
El tratamiento médico del embarazo extrauterino se basa en la administración de una sustancia que frena el crecimiento de las células del huevo implantado en la trompa. Esta sustancia es de la misma naturaleza de los quimioterápicos que usamos en oncología para frenar el crecimiento celular. La vía de administración es a veces directa sobre el mismo huevo a través de una punción por vía vaginal, guiada por ecografía. Otras veces se le da sustancia quimioterápica a la madre.
Ante la sospecha de que la trompa se ha roto y se ha producido una hemorragia interna, lo correcto es abordar el problema mediante una laparoscopia (técnica quirúrgica que mediante pequeños orificios en la pared abdominal permite introducir elementos ópticos de visión e instrumental quirúrgico). Siempre se intenta salvar la trompa afectada, aunque a veces es preciso extirparla.