Tomando en cuenta y dependiendo de la personalidad de cada chico, del entorno y círculo familiar en que se va desarrollando y creciendo, y de las características que tiene dicha crianza, que lo hacen único e irrepetible, existen algunos aspectos a destacar para relacionarse con el “hijo del medio” en cada familia.
Para empezar, el lugar que un niño ocupa en la estructura familiar puede influir en el desarrollo de ciertos rasgos de la personalidad y en una manera particular de relacionarse con el resto de la familia, o dentro de los grupos de pertenencia. Que se aísle y haga su vida, que quiera llamar la atención todo el tiempo o que haga las cosas a medias o con mucha exigencia, tienen que ver con esto. Por otro lado, históricamente se le atribuyó al hijo mayor la carga, por el sólo hecho de serlo, de cumplir con toda las expectativas de sus padres, y al más chiquito de la familia, de ser el más mimado y consentido de la casa. Frente a este “panorama” familiar, el hijo del medio tiene que buscar “su” propio lugar dentro del contexto familiar y, no siempre es algo sencillo para el chiquito o chiquita y tampoco resulta tarea simple para los papás, quienes, sin hacerlo en forma adrede, suelen no prestarle demasiada atención.
Sin embargo, lo interesante de este lugar es la posibilidad de construirlo sin tanto mandato encima. Puede ser una experiencia fascinante pero dolorosa a la vez en ese contexto, descubrir quién verdaderamente se es. Este lugar puede ganarse a través de una lucha o simplemente siendo quien se es. A lo que hay que estar atento es a que es hijo del medio no sienta que “no es”. Puede sentir una independencia diferente y a la vez esta, provocar cierto vacío. Puede ser el motor para desarrollarse en algo o el obstáculo para ganarse un lugar reconocido dentro de la familia.
¿Qué muestra y que oculta el hijo del medio para sobresalir, para existir? ¿Cuál es su lucha para llamar la atención? ¿Qué conducta se valora dentro de la familia? La inteligencia, la autonomía, el lenguaje fluido y ¿qué no se valora? Ser mujer, ser varón, ser reservado, ser conversador. ¿Cómo darse cuenta si se lo está postergando sin querer, destinando más tiempo a los otros? ¿Cómo logra el hijo del medio hacerse visible y valorado y no siempre heredero de todas las cosas que su hermano deja de usar porque creció? como ropa y juguetes que lo convierte, si sólo recibe en estos términos, en que nada fue comprado y elegido para él.
Los chicos crecen por el deseo de sus padres de verlos crecer y ser cada día más grandes, pero si no siente la atención debida buscará hacerse notar en otros espacios. El tema es cómo y a qué costo emocional. Siempre es saludable poner palabras donde el silencio aparece, a través de preguntas, valorando sus capacidades personales sin comparar ni clasificar, e independientemente de los demás. Y en la medida de lo posible, tener espacios individuales con cada uno de los hijos.