Desde hace mucho tiempo que, el asunto de separar a hermanos mellizos y/o gemelos, es bien polémico. La mayoría de los colegios toman esta decisión por los padres, sin tener su consentimiento o aprobación para hacerlo. Muchos papás informan que las escuelas tienen como una especia de norma el hecho de realizar esta separación y ubicar a cada hijo en distintas divisiones. Las quejas de los papás han ido incrementando porque consideran esta norma vigente como obsoleta, absurda, discriminatoria y que, por sobre todo, no toma en cuenta el bienestar de los pequeños. Muchos de estos chicos empiezan su etapa escolar con 2 años de edad y , en plena etapa de adaptación, cuando ya existe la separación de los papás y estar en un ámbito totalmente nuevo rodeados por “desconocidos”, no son pocos los padres que opinan que es algo “cruel” y sin sentido, separar a los hermanos apenas empiezan el jardín de infantes.
A primera vista, y a menos que verdaderamente existiese una relación entre los chicos que así lo requiera, separar a hermanos mellizos o gemelos, no es muy acertada y debería dejarse , en todo caso, en el ámbito familiar y en los padres, la decisión de hacerlo o no. Los colegios deberían respetar y acompañar la decisión tomada por los papás y no decidir por ellos si no existen argumentos sólidos. Muchas escuelas argumentan que la separación de los mellizos o gemelos es de suma importancia para promover el “individualismo” y autonomía de cada chico, pero muchas veces lo único que se obtiene es “forzar” esa independencia en vez de dejar que la naturaleza siga su curso y que todo se de en forma natural, sin imposiciones. De hecho, existen muchos estudios psicológicos que demuestran que es contraproducente separar hermanos mellizos y/o gemelos, sabiendo que los múltiples no crean su propio yo hasta los 6 años de edad.
Cuando ya tienen entre 5 y 6 años, la situación cambia: ya conocen el ‘yo’ y toleran mejor la separación de la madre y del hermano gemelo. Ahora el factor determinante para separarles o no, es el carácter de los niños, además de su zigosidad (en el caso de los idénticos hay que tener más cuidado debido a su íntima relación). Pueden haber situaciones que hacen recomendable la separación: uno domina al otro, las peleas son continuas, etc. Curiosamente estas situaciones suelen darse más en los mellizos que en los gemelos. Si, en caso contrario la relación entre ellos es armoniosa y su compañía no interfiere en la relación con otros niños ni con su profesor, no hay motivo para separarles.
N0 se debería forzar la independencia: el niño tiene toda una vida por delante para aprender a ser independiente. En la adolescencia surge en ellos de manera espontánea el deseo de distinguirse y separarse del otro. Y también tenemos que realizarnos que una separación de los niños en sí no conduzca a una mayor individualidad. La educación que reciben en casa, juega un papel importante en ello.
No existiendo aún en el país alguna ley al respecto a nivel gubernamental o nacional, la realidad es que el tema sigue dando polémica y está sujeto a las decisiones y/o acuerdos que puedan establecerse entre los padres y la entidades educativas (sobre todo en los casos de los colegios privados).