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El rotavirus es la causa más común de diarrea severa en niños, especialmente entre los 6 meses y los 5 años, y constituye la segunda causa de muerte en esa edad. Además, se estima que es responsable de 8 de cada 10 casos de diarrea registrados durante abril y mayo, que son los meses en los que se presentan más casos. Se trata de una enfermedad que trasciende fronteras y condiciones socioeconómicas, ya que es sumamente contagiosa. Y si bien los adultos también pueden infectarse, la enfermedad en ellos tiende a ser más leve.
En el mundo, el rotavirus es el causante de 100 millones de episodios de gastroenteritis aguda, 25 millones de visitas ambulatorias, 2 millones de hospitalizaciones y más de 600.000 muertes al año. Según datos del SINAVE (Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica), en la Argentina el pico de detección se alcanzó en 1999, año en que se produjeron cerca de 100 muertes, 20.000 hospitalizaciones y 130.000 consultas ambulatorias por la enfermedad. Y se estima que todos los niños menores de 5 años han tenido al menos un episodio de gastroenteritis por rotavirus en su vida.
Los síntomas se manifiestan como una gastroenteritis, que puede durar entre 3 a 8 días, y que en los chicos puede incluir vómitos explosivos, diarrea acuosa, fiebre y dolor abdominal. Al realizar tantas deposiciones (pueden llegar a 20 por día), es factible además que se produzca un cuadro de deshidratación, situación que puede provocar la muerte. La principal vía de contagio es la fecal-oral y puede darse de persona a persona, por ejemplo, cuando las mamás cambian los pañales de sus hijos y no se higienizan correctamente; o bien a través de agua o alimentos contaminados con el virus, que puede sobrevivir varias horas en las manos y durante días en superficies sólidas como mesadas y pasamanos. Por eso es muy importante mantener hábitos de higiene básicos.
Es fundamental lavarse muy bien las manos con agua y jabón; mantener la lactancia materna durante el primer año de los bebés, ya que permite disminuir el riesgo de contagio en un 50 por ciento. En los cuadros de gastroenteritis severa, es recomendable aumentar la frecuencia de la leche materna en los niños más chicos y brindar permanentemente agua a los más grandes.También se aconseja que los pequeños con diarrea no asistan a la guardería o al jardín, ya que pueden contagiar a sus compañeros.Una vez que el niño contrajo la enfermedad, el tratamiento estará focalizado en la rehidratación, a fin de que no pierda agua y sales minerales de su cuerpo. Sin embargo, la mejor alternativa para prevenir el rotavirus es la vacunación.
En la actualidad existen dos vacunas: la Rotarix y la Rotateq, producidas por los laboratorios GlaxoSmithKline y Merck Sharp&Dohme. Ambas son consideradas seguras y efectivas, especialmente para los casos más graves, pero sus composiciones son diferentes. Sin embargo, ninguna de ellas está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación. Por eso, y hasta tanto no se sume al plan, su aplicación está reservada al ámbito privado. La cantidad de dosis depende de la vacuna que se prescriba y en cualquier caso es aconsejable consultar previamente con las obras sociales o prepagas para poder conseguir algún tipo de descuento. No se aplican en adultos, sino en lactantes a partir de las seis semanas de vida y de forma oral.