Cenar en familia, ese tiempo de una de las comidas diarias en el que todos se encuentran reunidos, es un momento importante para compartir entre todos los miembros del núcleo familiar. Se trata de un encuentro que es necesario y entretenido y que no debe ser impuesto sino que debe generarse como un espacio de cariño y participativo.
En los tiempos que corren, y debido a las múltiples tareas, actividades y obligaciones, muchas familias han ido dejando el hábito, costumbre y “evento” de sentarse todos juntos a la hora de comer. Lo que pocos adultos ignoran es que las cenas familares están muy relacionadas al desarrollo de la salud mental y estabilidad de los chicos en la adolescencia. Cuando la familia se reúne para comer se generan no sólo beneficios nutritivos, sino también sociales y emocionales.
Cuando los adultos y los chicos comen juntos y disfrutan la compañía del otro, se desarrolla un sentido de pertenencia y de mutua confianza, les brinda a los mayores la oportunidad de enseñar buenos modales en la mesa y las opciones nutritivas mejores para la salud.
Además, estimula las habilidades comunicativas entre adultos y niños, como escuchar pacientemente al otro mientras habla o expresar la opinión propia de modo respetuoso, brinda a la familia un espacio de discusión intelectual y moral donde se comparten valores familiares. Como a los más chicos la rutina les hace bien, la cena familiar fomenta un sentido de seguridad , estabilidad, participación y colaboración, sobre todo si también ayudan a poner la mesa, preparar la comida, levantar los platos, etc. Las cenas colaboran a cultivar las tradiciones familiares y a realzar la herencia cultural.
Para que todos los aspectos mencionados anteriormente puedan llevarse a cabo, hay que reorganizarse diariamente para incluir las cenas familiares todos los días, no hay que prender la tele, armar comidas sencillas y rápidas, hay que buscar de charlar sobre temas neutrales y positivos, que cada uno participe narrando lo que hizo o sucedió en el día y crear un ambiente agradable (poner música de fondo, flores, velas, etc). Todo esto ayudará para que cada miembro se sienta motivado a la hora de la cena y deseen mantener la rutina con el paso de los años.