El tubo neural es el que se transforma en el cerebro y la médula espinal del bebé. Comienza siendo una cinta pequeña y chata que durante el primer mes de embarazo se transforma en un tubo. Cuando este tubo no se cierra como corresponde, decimos que existen defectos en el mismo. Son graves anomalías que afectan también a la columna vertebral, además de al nacimiento cerebral y desarrollo de la médula espinal. Se suelen producir en el primer mes de embarazo, incluso antes de que la mujer se entere que se encuentra embarazada, y pueden causar problemas muy severos e incluso la muerte del bebé.
Los defectos más comunes son la espina bífida, la anencefalia y la hidrocefalia:
Espina bífida: es el defecto del tubo neural más frecuente. En este caso, la columna vertebral no llega a cerrarse del todo y la médula espinal sale por la columna vertebral. En ocasiones, este problema puede tratarse con cirugía antes o después del nacimiento. Sin embargo, los niños pueden presentar parálisis en las piernas y problemas para controlar el esfinteres. La espina bífida puede causar discapacidades físicas y mentales que pueden ser leves o graves, dependiendo del tamamaño y la ubicación de la apertura en la columna, si están afectados los nervios o parte de la médula espinal.
Anencefalia: es uno de los casos más tristes y dolorosos porque los bebés nacen sin vida o mueren muy poco tiempo después de haber nacido (generalmente sólo permanecen con vida unas horas tras el parto). Lo que sucede es que gran parte del cerebro y del cráneo no llegan a desarrollarse porque la parte superior del tubo neural que forma el cerebro no se cierra del todo. Además, los fetos afectados pueden tener otros defectos congénitos en la cabeza y en la cara, e incluso otras partes del cuerpo. La anencefalia no tiene tratamiento y su evolución es la muerte del recién nacido.
Hidrocefalia : se da cuando hay exceso de líquido en el cráneo y esto hace que el cerebro se inflame o que haya hinchazón. Si la misma no es tratada provoca lesiones cerebrales, pérdida de capacidades mentales y físicas e incluso la muerte. Sin embargo, si se diagnostica y el niño/a recibe el tratamiento adecuado, el pronóstico es alentador. para tratarla, se puede colocar una válvula que permite drenar el exceso de líquido cerebral. Igualmente, puede darse algún tipo de retraso mental si hubo alguna lesión en la corteza cerebral.
Detección
Los defectos en el tubo neural del feto pueden diagnosticarse antes del nacimiento del bebé. Entre la semana 14 y 19 de embarazo, se realiza un análisis de sangre, con el fin de detectar la alfa-feto proteína. Si los valores de dicha proteína son altos, el estudio se completa con una ecografía, que a partir de la semana 14 diagnostica con suma certeza estas enfermedades.
Causas
Las causas que generan defectos en el tubo neural aún son desconocidas pero se asume que tanto la genética (los padres pueden transmitir a los bebés defectos congénitos a través de sus genes) como el medio ambiente, juegan un rol importante. Algunas sustancias que se encuentran en el medio ambiente, como la contaminación, el plomo, el humo del cigarrillo, pueden influenciar, pero también existen otras como :
- someterse a los rayos X durante el embarazo
- que exista asfixia al momento del parto
- las infecciones intrauterinas (rubeóla y toxoplasmosis)
- la edad de la madre (menos a 18 y mayor a 37 años)
- que exista un déficit de ácido fólico en la dieta de la futura mamá : tomar ácido fólico antes y durante los primeros 3 meses de embarazo puede disminuir en un 70% las chances de padecer alguno de estos defectos congénitos. Es por ello que, apenas se decide encarar la búsqueda de un bebé, la mujer debe comenzar a tomarlo. Generalmente, se aconseja la ingesta de un comprimido diarios de 400 mcg. Si existen antecedentes familiares de enfermedades en el tubo neural, la dosis de ácido fólico será mayor.
También, hay factores que pueden aumentar las probabilidades de que el feto desarrolle defectos en el tubo neural:
- Obesidad : varios estudios afirman que afrontar un embarazo con un índice de masa corporal superior a 30, supone un 87% más de riesgo de que el chiquito nazca con algún defecto del tubo.
- Diabetes
- Medicamentos: algunos fármacos que son utilizados para tratar las convulsiones (por ejemplo, en caso de epilepsia) también han sido relacionados con un mayor riesgo de defectos del tubo neural del bebé. Esto sucede con el ácido valproico. El uso de este fármaco durante los primeros meses de embarazo produce defectos en el 1-2% de los casos.